TURNAT es un encuentro de Turismo de Naturaleza que se realiza en Cuba desde hace ya algunos años.
Resulta el escenario ideal para que turoperadores cubanos y extranjeros visiten lugares que permitan explorar o confirmar programas turísticos en las modalidades del Ecoturismo: senderismo, observación de aves, turismo rural, cicloturismo, entre otros.
Este año ocurre en Granma, porque ya Baracoa, Topes de Collantes, cayería norte-central, Ciénaga de Zapata, Viñales han sido sede de este acontecimiento que demuestra la necesidad humana de renovar el vínculo con el medio ambiente.
Contamos con seis reservas de la biosfera: Guanahacabibes, Sierra del Rosario, Ciénaga de Zapata, Caguanes, Baconao, Cuchillas del Toa, y parques nacionales como el Alejandro de Humboldt, Desembarco del Granma, Topes de Collantes, Montemar, Viñales, sin olvidar otras áreas protegidas como: Laguna de Guanaroca, Loma de Cunagua, Pretiles de Mantua.
Es muy bueno que esto suceda y crezca. Pienso, entonces, en algo de lo que ya había hablado mucho antes de que La Habana fuese nuevamente fragmentada en Mayabeque y Artemisa. Se trata de, acaso, el Viñales habanero —ahora, mayabequino—: Escaleras de Jaruco, lugar que visité en mi infancia y al que sigo acudiendo, con la misma pregunta: ¿por qué tan cerca de la capital, es tan difícil conformar aquí la infraestructura que pueda desarrollar cicloturismo, senderismo, observación de aves?
Con las visuales que permite al litoral norte, desde La Habana hasta, por lo menos, Santa Cruz del Norte, también con la poesía del viaje nocturno, desde los balcones de un imaginario hotel de arquitectura invitacional, una cena panorámica en El Árabe, constituyen sitios interesantes de nuestra geografía en los que se puede explotar el turismo.