Mayabeque, Cuba: En la prevención y control de la epidemia de Covid-19, el país invierte cifras millonarias de dinero, en un lapso que se extiende desde marzo hasta la fecha. Como acción preventiva las personas se mantuvieron en sus casas. Con la nueva normalidad las medidas de restricción fueron flexibilizadas unas y cerradas otras.

No obstante, los hogares se mantienen como refugios esenciales y ello implica que se incremente el consumo de energía eléctrica, a lo que se suma la incorporación del sector productivo en un alto por ciento.

El horario pico, o de máximo consumo, suele producirse ahora con mayor fuerza, entre las 11:00 de la mañana y la 1:00 de la tarde, aunque también se identifica entre las 6:00 y las 10:00 pasado meridiano.

No podemos confiarnos y descuidarnos, de igual manera nos corresponde mantener el ahorro en los hogares, entre otras razones porque la economía del país necesita del apoyo popular en este sentido.

Son varias las medidas que podemos implementar, entre las más comunes se encuentran: apagar las luces al dejar una habitación y solo conservar las necesarias encendidas, mantener limpias las lámparas, utilizar los aires acondicionados con una temperatura de 24 grados Celsius en los dormitorios, y después de los horarios pico.

También se ahorra  desconectando el cargador del teléfono o tableta después de finalizada la carga, pues este continúa consumiendo energía al igual que los electrodomésticos, colocar el refrigerador a 15 centímetros, como mínimo de la pared, para una mejor circulación del aire del motor y evitar su apertura constante.

Otro artículo doméstico muy usado es la lavadora. Este equipo se debe utilizar a plena carga en programas cortos y evitar la función de secado, ya que es la de mayor consumo y siempre que sea posible emplear sistema LED: pues con él se utiliza el 80 por ciento menos de energía y tienen un período útil mayor.

Hacer lo que nos corresponde como ciudadanos en materia de ahorro es de alta importancia, así correspondemos a los esfuerzos del país por mantener vivas las actividades básicas, a pesar de los golpes bajos que recibe la economía, en gran parte, como resultado del bloqueo económico y financiero del gobierno de los Estados Unidos contra este archipiélago caribeño. (adm)

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