Mayabeque, Cuba: Dayán Triana Figueroa, es un joven campesino quivicanero, de 27 años de edad. Comprometido con la nueva estrategia alimentaria desarrollada por el país, este bisoño en los menesteres de la agricultura, se comporta como todo un virtuoso de la tierra, si en cuestión de sacarle el fruto, a sus 42 hectáreas, se trata.

Tras la intensa situación vivida por Cuba en temas de insumo y la situación climatológica, Dayán Triana sabe cómo mover sus cultivos para sacarle el máximo a través de variantes propias.

“Como productor trato de buscar el recurso, el abono orgánico, el biológico e innovar. Cuando echaba normalmente, el abono a mano, echaba una mayor cantidad. Para aliviar esta situación diseñé una máquina junto mis trabajadores, para realizar esta tarea, donde aumentamos la eficiencia, pues el fertilizante va directo al tronco de la plantación, y con menos alcanzamos mejores resultados que antiguamente, gracias a esta inventiva”, comentó.

Trabajar con los ciclos de los cultivos es otra de sus estrategias principales, buscando una rotación adecuada e intercalando aquellos productos más demandados por la población.

“Lo ubico en dos partes del año, está la contienda de septiembre a abril, que la dedico a los cultivos con más requisitos, como el ajo, zanahoria, tomates y frijoles. Y la época de primavera, se la dedico a las arboledas, a las viandas y a los cultivos que se pueden intercalar”.

En estos momentos, en su finca San Ignacio, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Antonio Echeverría, se ve florecer la zanahoria, y el ajo, además de encontrarse en cosecha la malanga y plátano, estos dos últimos con destino a los mercados tantos para la capital del país, como para los de la propia localidad, con un aproximado de 30 toneladas mensuales de cada alimento. (LHS)

Alejandro Rodríguez Fernández

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