Poner precios es una tarea compleja. Hay que tener en cuenta muchas aristas económicas y sociales.

Mayabeque, Cuba: Uno de los temas más comentados tras el inicio del proceso de ordenamiento monetario en el país, es el de los precios. Para analizar su comportamiento luego del día cero, las facultades para su aprobación y el enfrentamiento a las violaciones, comparecieron en la Mesa Redonda la Ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, y otros directivos de ese organismo.

“Hacíamos un cómputo sobre lo qué ha pasado en los primeros 13 días de enero, en términos de comunicación de la población con el Ministerio de Finanzas y Precios, y solo en este tema de precios –pues también se reciben consultas en tema de ingresos, impuestos, contabilidad– hemos recibido 497 comunicaciones y 419 consultas, así como 78 denuncias directas”.

Es decir, dijo la Ministra Bolaños Weiss, “la población ha llamado para alertar y denunciar dónde se está abusando o alterando precios y no se está cumpliendo con lo establecido”.

De inmediato, junto con los grupos de enfrentamiento provincial, “damos curso a estas denuncias hacia los Gobiernos provinciales y municipales, y muchas las gestionamos desde el propio ministerio. Es válido reconocer el papel que está desempeñando la población cubana en general, para que la implementación del ordenamiento monetario y financiero y las políticas que en materia de precios el país se ha trazado, se implementen correctamente”, destacó.

Añadió que al Ministerio de Finanzas y Precios también están escribiendo desde el sistema empresarial, más allá de los intercambios, despachos y seminarios que se han efectuado. “Estamos ante una transformación con el ordenamiento monetario y financiero, que es parte de la implementación de los lineamientos del sexto y séptimo congresos del Partido y de la estrategia económica y social del país.

“No podemos ver por separado las medidas aprobadas en 2020 para impulsar la economía en difíciles circunstancias, que hoy se mantienen e incluso se reiteran a partir de la situación epidemiológica actual por la pandemia de la COVID-19”, comentó.

¿Cómo impacta de devaluación en la formación de precios?

La estrategia económica, desde el diseño, tuvo en cuenta la crisis económica mundial por la que se está transitando y a la que Cuba no es ajena. “Es una transformación que viene dada porque, en primer lugar, se ha producido una devaluación del peso que lleva a un incremento de los costos, no solo a nivel doméstico sino en la economía a nivel macro.

“Por tanto, si antes, debido a la dualidad monetaria y cambiaria, un dólar de importación era igual a un peso cubano en los resultados económicos y financieros de una empresa, ahora cada vez que importemos un dólar son 24 pesos cubanos. Ello incrementa los costos y la continuidad que van teniendo estos en los valores de los principales productos y servicios que mantienen el funcionamiento, el desarrollo de la economía y la generación de bienes y servicios para la sociedad”.

Unido a eso –explicó–, aún con ese incremento o el efecto de la devaluación, también el ordenamiento monetario y financiero concibió aplicar una reforma integral de salarios que permitiera, en primera instancia, no solo asumir el incremento general de esos costos, sino dar cumplimento a otro de los lineamientos: ir eliminando subsidios excesivos y gratuidades indebidas, aunque manteniendo las conquistas de la Revolución consagradas en la carta magna.

“Hoy, todos los cubanos, en medio de este proceso en el que nos estamos adaptando y ajustando a los nuevos precios, revisándolos e incluso en desacuerdo con algunos de ellos, dormimos tranquilos porque la atención médica y la educación, pese a la pandemia, están garantizadas”, destacó.

Ante esta reforma general de salarios –continuó la ministra–, deben incrementarse también los costos, porque hay que pagar el salario de los trabajadores. Tal como han explicado ya otras autoridades competentes, uno de los objetivos primordiales que tiene esta gran transformación en la vida económica del país es precisamente estimular el trabajo.

“Buscar que las personas se sientan estimuladas para trabajar, porque es de su trabajo de donde podrán generar la fuente principal de los ingresos para solventar sus principales gastos de vida y necesidades, y los de su familia”, afirmó.

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