Brasilia: Brasil registra 82 ataques directos contra periodistas y profesionales de la comunicación, lo cual afecta hoy el acceso a información de calidad desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, revela la organización no gubernamental (ONG) Artículo 19, publica Prensa Latina.
Citada por el portal Rede Brasil Atual, la ONG creada en 1987 en el Reino Unido alerta sobre dos factores: en primer lugar, porque en tiempos de crisis la importancia de la actividad periodística como proveedora de noticia eficaz sobre la dolencia resulta cada vez mayor.
Además, de las violaciones contra la función social de la prensa en el gigante suramericano en este período, el 72 por ciento provenía del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro o su círculo más cercano.
En un estudio reciente, Artículo 19 subraya que las embestidas contra la prensa socavan el derecho fundamental al libre acceso a la información.
Indica que ‘el ataque a los comunicadores y a los medios es importante en la vulnerabilidad de la población brasileña frente a la situación, creando un sentimiento de desconfianza en torno al trabajo de información’.
Por lo tanto, detalla, la posición de la presidencia de la República resulta incompatible con la demanda urgente de mejora de la condición del país ante la crisis agravada por la pandemia y puede haber intensificado la escalada de muertes evitables.
El estudio destaca el papel de la actividad periodística en medio de la catástrofe sanitaria y de salud pública más grave de la historia de Brasil, donde se contabilizan hasta ahora más de 127 mil pérdidas humanas y se acerca a los cuatro millones 500 mil contagios por el patógeno.
Para la entidad, ‘es innegable que el periodismo tiene un papel esencial en el contexto de la pandemia de Covid-19, informando sobre las estadísticas federales y regionales de contaminación y muertes, y sobre las medidas de contención de la propagación del virus propuestas por organizaciones de salud nacionales e internacionales’.
Artículo 19 insiste en que, en el contexto de la epidemia, más que nunca, es necesario garantizar el acceso a la información y encargar al poder público que cumpla sus deberes con la población.
Refiere que las agresiones a periodistas ocurren a través de sitios web y perfiles en redes sociales de noticias falsas, que actúan para desacreditar la información exacta, pero Bolsonaro sube el tono y baja el nivel.
‘Los ataques no silencian a la prensa. Pero deterioran el entorno para el ejercicio profesional en un país ya marcado por graves delitos contra periodistas y comunicadores’, denuncia Denise Dora, directora ejecutiva de la ONG.(BSH)