¿Cómo es posible que un país que no se cansa de criticar el sistema político ajeno por supuestas violaciones a los derechos humanos, sea el causante de la muerte de tantas personas, debido a su negativa de proveerlos de un medicamento necesario?

¿Cómo es posible que existan niños con necesidades educativas especiales privados de recibir la atención adecuada debido a la carencia de los medios para su desarrollo y evolución cognitiva?

El impacto negativo del bloqueo corrompe a todas las esferas del sistema cubano, pues nos priva de múltiples recursos que interrumpen el desarrollo sostenible de la nación.

El gobierno de la mayor isla de las Antillas se ve obligado a lidiar con la pérdida de ganancias por exportaciones y a sufrir mayores costes de importaciones, lo que provoca múltiples limitaciones en el crecimiento de nuestra economía.

 Pero a pesar de que su efecto es altamente perjudicial para el sector económico considero que son mayores los daños sociales que ha traído consigo el embargo, principalmente en el plano de la salud y la educación. He ahí donde son verdaderamente profundas las secuelas del cerco americano.

Ambos sectores son priorizados en nuestro socialismo cubano donde el capital humano tiene prioridad. Con el objetivo de desestabilizar el bienestar y la evolución del desarrollo educativo del país en que vivimos, el gobierno estadounidense recrudece su plan de aislamiento económico, lo que nos priva del acceso a numerosos recursos de incalculable valor en estas esferas sociales.

Resulta indiscutible el hecho de que para aumentar las inversiones externas y tener acceso a tecnología de avanzada necesitamos capital, realidad negada a Cuba desde hace seis largas décadas.

Estas causantes económicas provocan el no contar con las finanzas necesarias para la compra de medicamentos u otros equipos en el sector de la salud, además de limitar la ayuda médica externa.

Presentamos grandes dificultades relacionadas con el acceso a modernos equipos médicos que podrían contribuir a la rehabilitación, tratamiento y hasta la cura de numerosas enfermedades que afectan a un gran por ciento de la población como el cáncer, la diabetes, el sida, entre otras, la gran mayoría de condición mortal.

En cuanto al sector educativo, actualmente contamos con un déficit considerable de medios de enseñanza. Es realmente preocupante como muchos de los estudiantes cubanos no cuentan con su base material de estudio completa, entre los faltantes podemos mencionar los libros de las asignaturas básicas como Matemática, Español e Historia de Cuba.

La escasez de papel, la falta de materiales para su encuadernación, los problemas técnicos que presentan las máquinas de la imprenta, el problema de la transportación de dichos cuadernos de estudio a su destino, todas ellas podrían ser causantes de la problemática a que nos enfrentamos hoy día. Todas ellas constituyen las consecuencias del injusto e infame bloqueo estadounidense.

La imposibilidad de contar con medios y equipos experimentales modernos en nuestros centros universitarios ha obstaculizado la posibilidad de lograr nuevos avances en el sector de la ciencia y la tecnología y por lo tanto frena nuestra capacidad de evolución y superación.

Considero que el bloqueo más que un acto brutal de genocidio constituye una ignominia y una falta de respeto total del gobierno estadounidense hacia nuestro país.

Cuba se ha mantenido fiel a sus principios socialistas desde inicios de nuestra Revolución y nada ni nadie nos harán claudicar. El sacrificio y el ímpetu que caracteriza a los seres de esta Isla, superan las dificultades y arremeten contra cualquier vicisitud.

El bloqueo estadounidense lejos de hundirnos nos ha afianzado como nación y ha consolidado nuestro compromiso con el proceso revolucionario cubano. Nacimos con carencias pero nos imponemos a ellas. (IVP)

Asary Posada Hernández

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