Hoy, cuando nuestro país se enfrenta a un virus de los más letales en la historia de la humanidad y el sistema de salud se moviliza en aras de ayudar en todos los rincones, ya sea dentro o fuera del territorio nacional, nos hace más daño que nunca el bloqueo.

Este embargo ha negado por más de seis décadas el derecho de adquirir tecnologías, materias primas, reactivos, medios diagnósticos, medicamentos y otra serie de elementos para un mejor funcionamiento del sistema nacional de salud, los cuales tienen que obtenerse en mercados geográficamente lejanos o a través de un tercer país con un incremento en los costos.

Durante los meses de pandemia, esta política se recrudece de una forma sin precedentes, causando mayores gastos y atentando a una mayor pérdida de vidas humanas por contagios de la COVID-19.

Sin embargo, el bloqueo saca lo mejor de todos los cubanos, sobretodo, de esos que diariamente se levantan en busca de una solución para que nuestra población se sienta más confiada ante la situación que vive hoy.

Eso lo demuestran los cinco candidatos vacúnales y Abdala que con un 92. 28 por ciento de eficiencia, se convierte en la cuarta vacuna con mayor garantía de cura a nivel global.

La verdad, el bloqueo a pesar de ser injusto, separar a las familias, imponer sanciones y ser cruel, no ha podido en 60 años con una nación que se crece con las adversidades, que busca por todas las vías el bienestar de sus ciudadanos, porque son ellos los que sufren este cruel embargo.

El pueblo de Cuba exige el fin de esta injusticia y la comunidad internacional consciente de lo que sucede apoya una nación que aboga por su soberanía y un comercio justo e igualitario.

Los mayabequenses decimos  ¡No más Bloqueo! (IVP)

Alejandro Rodríguez Fernández

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