Con los jóvenes siempre se puede contar.

Mayabeque, Cuba: Desde bien temprano y en cada jornada es fuerte el ajetreo en la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Madruga, allí se coordinan las misiones del día en el enfrentamiento a la Covid-19, una batalla de más de un año en la que no puede haber cabida para el cansancio y menos ahora cuando la transmisión del virus se incrementa en el municipio.

Esta lucha por la vida demuestra que la continuidad del proceso revolucionario es un hecho, así me lo aseguró el joven maestro Andrés Calderón Pulido, ahora como miembro del grupo de enfrentamiento a la Covid-19. “¿Quiénes atienden a nuestros ancianos?, la juventud, ¿Quiénes no han dejado solas a las personas vulnerables?, la juventud, ¿Hoy quiénes están apoyando en la Zona Roja?, la juventud, ¿Hoy quienes están con nosotros en el Grupo Temporal de Trabajo dedicándose día y noche a luchar contra la Covid-19?, la juventud, entonces no podemos pensar que la juventud está perdida, porque hoy es la que está asumiendo ese mayor reto que es la lucha contra la pandemia”.

El ejemplo de Andrés, su vocación de servicio y el amor por el ser humano, lo ubican en este grupo de vanguardia que ha hecho en cada momento lo que le ha tocado hacer.

“Primero como maestro tratando de llegar a mis niños para que puedan recibir el proceso docente educativo de enseñanza y aprendizaje, desde una forma indirecta ya que no lo podía hacer de forma presencial. Hoy estoy aquí, no estoy en un aula, sino en el Grupo Temporal de Trabajo y creo que esta es mi trinchera, y nosotros como jóvenes cubanos estamos comprometidos con la Revolución, con Fidel, con Canel, de luchar contra la Covid”.

Momentos difíciles pero de mucho humanismo vive Andrés en estos tiempos de pandemia, como él muchos jóvenes en Cuba demuestran su compromiso con las principales tareas de la Revolución.

Cuando logremos poner fin a la Covid-19 habrá que hablar de la proeza de todo el pueblo y de la valentía de su juventud que asumió que ser útil es mejor que ser bueno, como nos enseñó José Martí.

“Me reconforta porque tengo el placer, tengo la dicha de poder decir que ayudé, que estuve ahí, que no tuve miedo y que estuve en la primera trinchera de combate en estos momentos en la lucha contra la Covid”. (adm)

Maria Amalia Pérez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *