A pesar del cruel bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos, nuestro verde caimán antillano se abre paso y apuesta por una economía cuyos pilares se centran en incrementar la producción y la defensa a nivel empresarial, potenciar el ahorro y tender lazos de solidaridad a nivel internacional.

Desde 1992, fecha en que comenzó la votación en las Naciones Unidas, la comunidad internacional ha mostrado un creciente respaldo a la resolución que llama al vecino del norte a poner fin a una política que data ya de más de medio ciclo de aplicación.

Varios países y organismos regionales y multilaterales expresan de forma reiterada ante la Asamblea General de la ONU su rechazo ante las sanciones estadounidenses incluidas la persecución de las transacciones cubanas por el mundo, prohibiciones al comercio y la libre navegación, así como a los viajes de ciudadanos norteamericanos a la isla caribeña.

También cuenta con un fuerte componente extraterritorial expresado en multas y amenazas a gobiernos, bancos y empresas que mantienen nexos con Cuba.

Nuestro país continúa enfrascado en fortalecer sus procesos inversionistas y aumentar las exportaciones.

El aporte del capital extranjero proseguirá jugando un papel trascendente, así como atracción de tecnologías modernas y ambientalmente limpias.

Como se puede apreciar, luego de analizar estos datos, el mundo rechaza una vez más rechaza unánimemente el bloqueo, que es éticamente inaceptable.

A su vez, a pesar de ese escenario adverso, Cuba avanza hacia su recuperación económica. 

  

Jorge Luis Lazo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *