Mayabeque, Cuba: En el municipio de Nueva Paz, un sitio con condiciones estratégicas para la realización de prácticas militares, era el escenario que Fidel Castro necesitó para iniciar una etapa superior de prácticas de tiro, de desplazamiento, de protección, y acciones comando.
La ubicación geográfica del lugar, a solo dos kilómetros del poblado de Los Palos, la cercanía a la línea del ferrocarril para tomar el tren que los conduciría a la región oriental de Cuba, las características del terreno casi en su totalidad ocupado por plantaciones cañeras y la porción oeste atravesada de norte a sur por la cañada de Los Quesos, con un cauce ancho de márgenes rocosas cubiertas de árboles y arbustos, fueron condiciones que favorecieron que fuera éste el lugar indicado.
Entonces el campesino Mario Hidalgo-Gato González, colaborador del Movimiento 26 de julio, ofreció sus terrenos.
La finca Santa Elena, declarada Monumento Nacional, constituyó uno de los escenarios donde jóvenes de la Generación del Centenario convocados por el líder histórico de la Revolución Cubana, continuaban los entrenamientos para la gran acción. Entre ellos, la mayor parte de los jefes de la acción. Fidel seleccionó a los neopacinos que le acompañarían: Manolo Rojo, Rolando Guerrero, Manuel Isla, Genaro Hernández, Guillermo Elizalde y Tomás Rodríguez.
Este memorable sitio guarda los pasos de aquellos jóvenes que no dejarían morir al Apóstol José Martí en el año de su centenario. Así nos cuenta la museóloga Elsa Gómez Herrera.
La finca Santa Elena, en Mayabeque está ligada a la historia de Cuba. Allí se respira aires de libertad, desde que se escucharon las primeras estrofas de la marcha del 26 de julio.
La huella eterna de Fidel Castro está presente en Santa Elena, inscrita en enero de 1990, entre los sitios reconocidos como Monumento local y el 19 de julio de 2014 fue declarada Monumento Nacional.
Estos predios mantienen viva la historia del 26 de julio. (LHS)
Indira La O Herrera
Periodista en Radio Mayabeque