Japón: Un día como hoy, pero de 1945, el bombardero estadounidense Boeing B-29, nombrado Enola Gay, dejó caer sobre la ciudad japonesa de Hiroshima una bomba atómica.
Fue la bomba Little Boy, la primera lanzada contra una población civil –le siguió tres días después la que arrasó con Nagasaki matando a 80 mil personas- y su carga de 15 mil toneladas de TNT aniquiló un área de 13 kilómetros cuadrados.
Con motivo de tan terrible suceso, que causó la muerte instantánea de unas 100 000 personas y el deceso posterior de otros miles por quemaduras, shock o envenenamiento por radiación, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó vía twitter: “Estoy con la gente de Hiroshima y los hibakusha que trabajan incansablemente para garantizar que las armas nucleares nunca se vuelvan a utilizar”.
Es “un recuerdo que nunca se desvanece”, apuntó a propósito de tan macabro ataque, parte de la estrategia de Estados Unidos para forzar la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial.