Esa cultura nuestra, nacimiento de una nación y su identidad. Foto: Radio Camoa

Se avecina el Día de la Cultura Cubana, un día especial que marca definitivamente el nacimiento de una nación y su identidad.

“… La cultura no es solamente un legado libresco ni tampoco el conocimiento detallado de mil anécdotas, sino además, el estado de ánimo en el cual percibimos las muchas señales de nuestra identidad.”

Eusebio Leal Spengler

La entonación por vez primera de La Bayamesa, devenida nuestro himno nacional, develó en la legendaria ciudad de Bayamo el 20 de octubre de 1868 que cultura y nación se fundían en un abrazo para convertirse en concepto inseparable en la historia de Cuba.

Desde entonces la fecha quedó inscrita en el alma de la mayor de las Antillas y constituye el homenaje a los que ayer labraron el camino de luces y pasión, a los que esculpieron desde sus entrañas de humanidad el amor a la patria y la sensibilidad por el arte.

Este día, lleva consigo la impronta de todos los que desde su virtuosismo esculpieron la cultura cubana, desde la pintura, el teatro, el cine, la poesía y la prosa, la música, desde el sentimiento más nítido coloreado con amor, desde la constancia por el apego a las raíces.

Este día siento la voz atinada, plena de sabor y ritmo de Nicolás Guillén, la clarividencia de José Martí desde esa mirada tierna de su poesía y desde el patriotismo que acuñó su obra toda.

Preciso de la inigualable fineza de Esther Borja cual damisela siempre encantadora, de la danza sublime de Viengsay Valdés, Carlos Acosta y Alicia Alonso, de la Guantanamera que recorre el mundo y la hizo popular Joseito Fernández.

Preciso también del más bárbaro de todos los tiempos Benny Moré, de la magia de Eduardo Abela, Wilfredo Lam, Amelia Peláez, de la peculiaridad de Bola de Nieve, de la autenticidad de Rosa Fornés, la décima de Justo Vega y Adolfo Alfonso, de Héctor Gutiérrez y Aramís Padilla.

Se me hacen imprescindibles Dulce María Loynaz y Carilda Oliver Labra, Ester Trujillo, al igual que muchos que honran la creación. Me siento en deuda con Pacho Alonso, Moraima Secada, Elena Burke casi extraños para algunas generaciones de cubanos.

Este día es para celebrar y abrazar la cultura toda, para honrar a quienes hicieron y hacen arte, a los que se han ido y quedarán para siempre entre nosotros.

A los que aquí y en cualquier parte de la geografía defienden desde su saber esa manera hermosa de repartir sentimientos desde la música popular o culta, desde el verso romántico o comprometido, desde la caricatura que sorprende o la pintura que cautiva.

Este día nuestro es para sabernos siempre conquistadores y no conquistados, aferrados a una nueva era que convida a creer en el futuro, a no perder la ternura y descubrir siempre nuevos himnos de amor convertidos en canciones memorables como Longina y Yolanda

Juntemos saberes y fragüemos la maravilla, mantengamos despierta la luz del alma. Salvemos la paz y sellemos con auténtica cubanía este tiempo adverso que clama por la cultura gestada desde el bien y el amor. (IVP)