Mayabeque, Cuba: El 61 % de la población cubana recibe el servicio de saneamiento gestionado sin riesgo, con mayor impacto en territorios como Mayabeque, La Habana y el municipio especial Isla de la Juventud, según datos informados en la reciente reunión de trabajo anual del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Allí trascendió que la modalidad de servicio de saneamiento que predomina en el país es la de fosas sépticas y letrinas, que beneficia al 61 % de la población, mientras que el 37 % está conectado a sistemas de alcantarillado.
Aunque la tendencia ha sido al incremento del servicio, más de 173 000 personas no disponen de sistemas adecuados para la eliminación de aguas residuales y excretas.
Como parte de los principales resultados del año anterior, se destacó la resolución de 16 zonas de inundación, que benefició a 27 345 habitantes, así como la ejecución de 64 km de colectores y redes de alcantarillado, y las 3 940 nuevas conexiones que beneficiaron a 19 666 personas.
Específicamente en La Habana, se inició la primera etapa del Sistema de Tratamiento de Residuales Casa Blanca, con positivos impactos ambientales en los municipios de La Habana Vieja y Centro Habana, al solucionar los grandes vertimientos en estas zonas.
Sobre esta última inversión, Jorge Suárez García, subdirector de Saneamiento y Drenaje Pluvial de la empresa Aguas de La Habana (AH), especificó que, en estos momentos, se concluye la infraestructura exterior de varias estaciones de tratamiento de residuales, y se cambian cinco codos de salida en la colectora de Casa Blanca.
Pese a estas acciones, directivos de la empresa ah afirmaron que en la mala gestión del saneamiento incide la indisciplina de la población. Andrea Miranda López, directora de Saneamiento y Electromecánica de la empresa, afirmó que, las inundaciones en calles de la capital, muchas veces responden a causas distintas del drenaje.
«En varios lugares retiras la basura acumulada y en cuestión de minutos el sistema de alcantarillado comienza a funcionar», explicó.
Algunas rejillas terminan tupidas por la falta de barrido sistemático en numerosas vías de la ciudad, argumentó.
Otros directivos apuntaron que también incide negativamente el robo de rejas de tragantes y tapas de registros. Aunque realizan las denuncias públicas, esas actividades delictivas resultan recurrentes en municipios como La Lisa, Centro Habana, Cerro, Diez de Octubre, Plaza de la Revolución y Playa.
Otra problemática consiste en el vertimiento de objetos indebidos de toda índole como neumáticos, toallas húmedas, grasas, refrigeradores, baterías, cigüeñales de automóviles, desechos de cerdos, que actúan en el agua con tanta agresividad como el cemento. (Periódico Granma) (rda)

Redacción Digital
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