Mayabeque, Cuba: Desde hace varias décadas, Cuba cuenta con un código que garantiza el desarrollo pleno de las nuevas generaciones, así como el ejercicio de sus deberes y derechos, brindando a todos la posibilidad de participar activamente en las distintas esferas de la vida social.
Sin embargo, el contexto del país ha cambiado y, con ello, también las necesidades, los desafíos y las formas de protección que requieren los más jóvenes.
Por esa razón, Cuba ha trabajado —desde hace un año— en un nuevo Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, cuyo proyecto de ley será presentado en el próximo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, luego de una amplia consulta especializada, de otra pública y una a quienes serán sus principales destinatarios.
Esta revisión surge en un momento clave, luego de haberse aprobado la Constitución de la República en 2019, el Código de las Familias en 2022 y la Política Integral de Niñez, Adolescencias y Juventudes en 2023, como ha detallado Marlén Triana Mederos, viceministra de Educación, quien en diálogo con Juventud Rebelde aseguró que se ha construido de manera colectiva «un texto legal que aspira a ser útil, justo y cercano a la realidad cubana».
Para Esteban Sánchez Fraga, director del centro mixto Camilo Torres Restrepo, ubicado en el municipio de Güines, en Mayabeque, la nueva norma jurídica es la materialización de lo que llevan años defendiendo en la práctica: que sus estudiantes no son solo aprendices, sino también personas con derechos. Afirmó que ya no basta con enseñar matemática y literatura, sino que tienen el deber de formar en empatía, ciudadanía y participación, lo que supone desde ahora una revisión en las prácticas de los propios docentes y directivos.
Además de los educadores y familiares de los más jóvenes, otros profesionales como los trabajadores sociales y sicólogos han opinado sobre el proyecto de ley Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes.
En Cuba se trabaja para garantizar, en medio de la compleja situación que vivimos, una niñez, adolescencia y juventud sana, opina Arianna Sánchez Núñez, trabajadora social del consejo popular No. 6 del municipio mayabequense de Güines.
«Como fieles defensores de los derechos ciudadanos, los trabajadores sociales tenemos entre nuestros propósitos velar por que se cumplan las leyes a favor de la niñez», comentó.
Desde su experiencia en los barrios, asegura que se identifican los casos de niños maltratados o desatendidos, así como aquellos que no asisten a la escuela o incumplen deberes escolares. Los presentan a los organismos competentes —como la Fiscalía o Menores— y se analiza con sus tutores el rol que deben jugar. (Fuente: Juventud Rebelde) (rda)

Redacción Digital
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