El código en consulta: una nueva era para el trabajo en Cuba. Foto: Radio Jaruco

Mayabeque, Cuba: Desde el 8 de septiembre y hasta el 30 de noviembre de 2025, Cuba vive un proceso inédito: la consulta nacional del anteproyecto del nuevo Código del Trabajo y Seguridad Social.

Más que una revisión técnica, se trata de una oportunidad para que los trabajadores estatales, no estatales, cooperativistas, cuentapropistas e incluso cubanos en el exterior dejen su huella en una ley que pretende redefinir el empleo en el país.

Este anteproyecto no es una simple actualización. Es una propuesta de nuevo cuerpo legal, con más de 48 páginas que recogen transformaciones profundas en el mundo laboral cubano. Entre las novedades más relevantes destacan:

– Derecho a la desconexión digital, que reconoce el tiempo de descanso como sagrado, incluso en el teletrabajo.

– Teletrabajo desde el extranjero, bajo condiciones pactadas entre empleador y trabajador.
– Seguro de desempleo obligatorio para el sector no estatal, incluyendo mipymes y proyectos de desarrollo local.

– Reducción del tiempo de servicio social para recién graduados de tres a dos años, con posibilidad de cumplirlo en el sector privado.

– Licencias no retribuidas ampliadas, para casos de cuidado familiar o viajes al exterior.
– Reconocimiento de contratos laborales formales en el sector no estatal, con garantías similares a las del sector estatal.

El proceso de consulta se realiza en más de 2000 reuniones en todo el país, con actas que recogen propuestas de adición, modificación o dudas. La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) lidera el proceso, junto a juristas, sindicatos y colectivos laborales.

El nuevo Código propone un marco más flexible, moderno y ajustado a la realidad productiva del país. Y aunque no resuelve todos los desafíos, como el de la garantía de salarios que alcancen para cubrir necesidades básicas de la familia, abre una puerta a la participación, al debate y a una nueva cultura laboral.

Participar en la consulta no es solo un derecho. Es una responsabilidad. Porque el trabajo digno no se decreta: se construye, se defiende y se escribe entre todos.

Yuliet Romero

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