Patinaje en Mayabeque asciende con pasos firmes

Mayabeque, Cuba: El patinaje de velocidad es un deporte querido en Mayabeque. Una década de trabajo constante e intenso con niños de todas las edades, ha contribuido a que la provincia destaque en este deporte a nivel nacional y motiva entre los lugareños el interés hacia la disciplina.

Responsable de ello es la entrenadora Dayamí Meneses Ramos, quien desde 2015 está al frente de los equipos pioneriles, escolares y juveniles del territorio, en San José de las Lajas.

Con una vasta experiencia como preparadora, en deportes como la gimnasia artística y rítmica, el patinaje artístico y el clavados, Dayamí en la actualidad se dedica por entero a la modalidad de carreras.

Su labor consiste en enseñar a patinar a una numerosa tropa de niños y niñas, divididos en las categorías 9-10, 11-12 y 13-15 años. La matrícula la conforman 15 muchachos por grupo de edad y seis estudian en la Eide Antonio “Ñico” Jiménez.

«Mis alumnos vienen de los barrios y las escuelas. Los fines de semana se nos da la oportunidad de realizar exhibiciones en las ferias comerciales del municipio y eso ayuda a la promoción del deporte y a conseguir nuevas captaciones. Otra forma son las visitas a los centros escolares», reveló Dayamí.

Llegar calzando un par de patines es el único requisito que la entrenadora de 53 años debe exigir, para aceptar a nuevos miembros en el team.

«No podemos facilitar lo material. Es ahí donde se nota el interés que existe alrededor del deporte, porque los padres se preocupan y se ocupan para que sus hijos patinen. Nuestro trabajo entonces es corresponderles con paciencia, conocimientos y resultados», alegó la instructora.

Para la mayabequense, lo más complejo de su labor radica en lidiar con el interés cambiante de los niños y el miedo a las caídas.

«En la etapa inicial del aprendizaje caerse es inevitable, incluso necesario, porque te va forjando el carácter. Al niño que le gusta de verdad el deporte se cae y sigue patinando, pero hay quien sufre una caída y no regresa, por miedo», comentó.

«Fuera de eso, el reto principal que enfrentamos para mantenernos activos está en sortear la falta de un área de entrenamiento propia. Practicamos en la cancha de balonmano, un lugar muy concurrido por el que transitan muchas personas y eso entorpece el trabajo», explicó.

 Afortunadamente para el grupo, cuentan con el apoyo de la comunidad que, a sabiendas de la situación, los auxilian cuando la estrategia de entrenamiento los lleva hasta las afueras del municipio, a practicar la ruta.

La familia es otro pilar. Al principio de la formación de un patinador, su corta edad los conduce a tomar el deporte como juego y en esa fase, la guía familiar es esencial.

«El patinaje los hace crecer, les inculca valores, los disciplina, orienta y educa. Se trata de un deporte muy completo, capaz de desarrollar en el niño múltiples habilidades, pero sin el apoyo de la familia sería imposible lograrlo», confesó Meneses Ramos.

«Entrenar siempre es lo que mantiene a los niños motivados. Por eso el afán de buscar variantes, hacer juegos, competencias de habilidades o cambiar de escenario, con el objetivo de lograr que disfruten lo que hacemos», añadió.

Según la avezada entrenadora, una práctica sistemática y dinámica es el secreto del éxito cuando de formar deportistas se trata. Hacerles saber que están trabajando bien, es otra manera de incentivar en ellos el amor por el deporte.

Estas tácticas han hecho que el patinaje del territorio occidental ascienda en las categorías inferiores a nivel de país.

Su mejor resultado hasta el momento es el título que consiguieron en los 60 Juegos Escolares Nacionales. En el resto de las categorías se mantienen entre los cuatro primeros puestos.

«Mi mayor satisfacción es ver cómo mis niños son capaces de lograr una buena técnica, tener resultados y ascender en el deporte. Actualmente hay dos del equipo insertados en el alto rendimiento, uno en el equipo nacional y otro en el Centro Técnico de Cienfuegos», afirma la orgullosa preparadora.

«Es bonito ser testigo de cómo nuestros patinadores crecen, suben de nivel, y aun así no se desligan del área donde se formaron. Se mantienen visitándonos y llegan con la disposición de hacer charlas con el resto del equipo, para contarle sus experiencias», enfatizó.

Dayamí habla de su equipo y su trabajo con pasión.

Ella reconoce entre sus fortalezas la disciplina y la sistematicidad que los caracteriza y que serán claves para conquistar mejores resultados en el futuro.

Su presencia y dedicación es también garantía para que el patinaje en Mayabeque se mantenga saludable.

«Siempre les digo a mis alumnos que voy a estar aquí entrenando hasta que las fuerzas me lo permitan. Con bastón estaré corriendo tras ellos para corregirles la postura», confiesa divertida. (JIT) (rda)

Lianet Escobar Hernández