Mayabeque, Cuba: A nivel nacional, el serotipo de dengue predominante sigue siendo el 4, y la fiebre chikungunya es la arbovirosis con mayor transmisión. La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, recalcó que la mirada debe centrarse en la infestación por el vector, ya que la fumigación masiva cada 6 días no es viable actualmente. En su lugar, se ejecuta un tratamiento en el 100% del territorio urbano de las zonas más críticas en un ciclo de 3 semanas. Territorios como Mayabeque, La Habana, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Santiago de Cuba han sido los de mejor cumplimiento.
El mayor número de pacientes continúa en ingreso en el hogar, y solo un 9% ha requerido hospitalización por protocolos asociados a comorbilidades. El llamado a la población es a proteger el abate en los tanques y a realizar el autofocal laboral y domiciliario, ya que la campaña contra el mosquito necesita de la participación ciudadana.
Si bien la epidemiología de las arbovirosis en la población pediátrica es similar a la de los adultos, su manifestación clínica presenta particularidades que exigen una atención diferenciada.
La Habana emerge como uno de los territorios de mayor riesgo y acción reforzada en el enfrentamiento a las arbovirosis. La capital no solo presenta una de las tasas de incidencia de casos sospechosos de dengue más elevadas del país, sino que también ha sido priorizada en la implementación de una estrategia intensiva de control.
El panorama epidemiológico nacional identifica a La Habana, junto a Villa Clara, Sancti Spíritus, Las Tunas y Artemisa, con las tasas de incidencia más altas. Asimismo, el riesgo epidemiológico por dengue y chikungunya se concentra en los territorios de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Guantánamo y Pinar del Río.
Frente a esta situación, la capital ha recibido un incremento significativo de recursos, con 759 bazucas para fumigación, lo que permitirá recorrer todo el universo urbano de mayor complejidad en un plazo de dos semanas. Este despliegue forma parte de la estrategia nacional que, ante la limitación de recursos, se centra en las zonas más afectadas.
A pesar de los esfuerzos, la ciudad enfrenta desafíos logísticos. Para ejecutar esta fumigación intensiva se requiere una fuerza de 1,500 personas. Si bien la mayoría ya está integrada, municipios como Playa, Plaza de la Revolución, La Habana Vieja, La Habana del Este, Guanabacoa y Cerro presentan los menores niveles de completamiento. Las organizaciones de masas e instituciones son las encargadas de reclutar al personal necesario.
Para garantizar la transparencia y efectividad del proceso, La Habana ha habilitado un canal directo para la población. Las incidencias e irregularidades vinculadas a la fumigación pueden denunciarse en la línea telefónica 78365815, habilitada por la Dirección Provincial de Salud Pública.
La Dra. Yamirka Montesino Felipe, jefa del Grupo Nacional de Medicina Intensiva y Emergencias Pediátricas, destacó que la clave para enfrentar estas infecciones reside en una acción temprana. “Ganamos la batalla cuando somos capaces de diagnosticar precozmente y cuando se accede de forma inmediata al sistema de salud”, afirmó. Insistió en que, ante la aparición de fiebre, las familias deben buscar asistencia médica con prontitud, lo que permite un manejo adecuado desde el inicio, evita complicaciones y propicia una evolución favorable.
El sistema de salud cubano identifica dos grupos de riesgo principales: los menores de un año, especialmente los menores de tres meses, y los niños con comorbilidades. En estos lactantes, la enfermedad puede comportarse de manera diferente y presentar complicaciones con mayor frecuencia. El protocolo nacional establece para ellos una evaluación, atención y seguimiento diferenciados, que incluyen ingreso hospitalario. También tienen criterio de ingreso los pacientes oncológicos, diabéticos, renales crónicos o epilépticos.
La fiebre es el síntoma principal. Se describe como súbita, persistente —con una duración de 48 a 72 horas— y de difícil manejo, ya que no cede con facilidad ante antitérmicos comunes y suele generar gran ansiedad en la familia. La especialista recalcó la importancia de que la dosificación de los medicamentos sea supervisada por un médico, de acuerdo con el peso de cada niño.
Junto con la fiebre, pueden aparecer lesiones en la piel, que varían desde un enrojecimiento generalizado o un sarpullido hasta manifestaciones más complejas en menores de tres meses, como vesículas y ampollas que luego se secan y descaman, evolucionando de forma satisfactoria sin mayores complicaciones. También es frecuente el dolor articular, que si bien se presenta con tumefacción en muñecas, tobillos y pies, en los niños no suele ser tan severo ni limitante como en los adultos, y suele pasar de manera transitoria. Por otro lado, entre los síntomas gastrointestinales, son comunes los vómitos y la diarrea, especialmente en lactantes, por lo que se promueve la lactancia materna en este grupo como una medida de apoyo fundamental.
Las principales complicaciones observadas están relacionadas con los cuadros gastrointestinales, que pueden derivar en deshidratación y trastornos electrolíticos, para lo cual existen protocolos establecidos de fluidoterapia y manejo específico. En cuanto a la capacidad hospitalaria, la Dra. Montesino aclaró que, si bien ha habido un incremento en los ingresos —especialmente en La Habana, una de las provincias más afectadas—, esto responde a que el protocolo indica el ingreso para todos los menores de dos años con fiebre. “Los hospitales no están llenos de pacientes. Tenemos disponibilidad de camas en estos momentos”, afirmó. Explicó que se han habilitado salas específicas para estos casos y que la red hospitalaria pediátrica cuenta con la cobertura necesaria, además de estar debidamente organizada para la clasificación y el seguimiento de los pacientes.
Otro grupo poblacional prioritario dentro de la estrategia trazada por el MINSAP para hacer frente a la epidemia son las embarazadas. La Dra. Diana Couto Núñez, presidenta de la Sociedad Cubana de Ginecología y Obstetricia, confirmó que el sistema de salud cubano mantiene un protocolo de ingreso hospitalario obligatorio para toda embarazada que presente un síndrome febril inespecífico, como medida de protección ante enfermedades como el dengue y el chikungunya.
La también especialista del departamento de Maternidad Infantil del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) destacó que, ante la similitud inicial de los síntomas entre estas arbovirosis, la acción inmediata es crucial. “Le llamamos inespecífico porque no siempre desde el primer contacto podemos determinar de qué arbovirosis se trata. Por tanto, es fundamental la protección, la ayuda de la familia y el apoyo de la comunidad”, explicó la doctora.
La Dra. Couto Núñez enfatizó que, en el contexto de la celebración del Año de la Salud Materna declarado por la Organización Mundial de la Salud —bajo el lema “Embarazos saludables, futuro esperanzador”—, el objetivo primordial es evitar que las gestantes enfermen. No obstante, en caso de infección, recalcó la importancia de evitar la demora en acudir al sistema de salud.
“La inmediatez es crucial porque todo está organizado: los servicios y las salas están diseñados para la vigilancia de una gestante con síndrome febril”, aseguró. El protocolo incluye determinar la causa de la fiebre y aliviar de inmediato los signos y síntomas, con especial atención al control de la temperatura, que suele ser muy elevada y deteriora el estado físico de la paciente y, por ende, puede afectar al embarazo.
La especialista describió que, hasta ahora, los síntomas en embarazadas son muy similares a los del adulto: dolores articulares (especialmente en muñecas, rodillas y pies), a menudo acompañados de inflamación, fiebre que generalmente cede en las primeras 48 horas, y un rash cutáneo con máculas y pápulas, ligeramente diferente al del dengue.
Insistió en que el diagnóstico diferencial “no se puede hacer en la casa” y debe realizarse en una institución hospitalaria. “En el hospital tenemos grupos de expertos, se evalúa a la paciente por especialistas en medicina interna y hay guardia las 24 horas. En caso de complicaciones graves, así evitamos el diagnóstico tardío”, argumentó.
La prevención, señaló, es una piedra angular. Hizo un llamado al uso de ropa de mangas largas, colores claros, repelente y mosquiteros, incluso dentro de las salas hospitalarias. Asimismo, destacó el papel vital de la pesquisa activa en las comunidades.
“Fundamentalmente, es clave la prevención y la pesquisa en las áreas de salud por los equipos básicos y los consejos populares. Siempre hay algún activista que nos avisa si en una vivienda hay una embarazada y hay personas enfermas”, explicó. “Siempre que tengamos una embarazada en el domicilio, hay que verla como de mucho riesgo”, añadió. (Tribuna de La Habana) (rda)
Redacción Digital
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