"Con luz propia" en tiempo de apagón

Tal vez no me crean, pero en el poblado de Tapaste, San José de las Lajas, Mayabeque news, hay una casa que permanece toda iluminada sin necesidad de estación de energía, paneles solares, generador de biomasa, batería portátil, ni convertidor de corriente.

Desde que arreciaron los apagones y, sobre todo, durante la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional que en días recientes mantuvo a oscuras a toda Cuba, no ha dejado de brillar, “Con luz propia”, esta vivienda marcada con el número 1827 en la avenida 21 de la demarcación lajera.

Es que allí vive el actor profesional Roberto Albellar Hernández quien ofrece a los niños del barrio y sus familias un espacio donde reinan su guitarra, los títeres, la risa, con entrada libre, tanto de día como de noche, “Con luz propia” entrega cada vez algo diferente: teatro, canciones, juegos…y permite las indisciplinas más sanas, espontáneas y puras que espantan la tristeza, el miedo, la desesperanza.

“Con luz propia”

Es una idea o quizás un nuevo pétalo del proyecto cultural, también de Albellar,  denominado “Detalles”. A este artista lo inspiró su deseo incurable de hacer el bien y de trocar en risas la amargura que provocan en la vida doméstica los cortes de electricidad. “El arte brilla mucho más en medio de las dificultades”, afirmó con total convicción.

Un portal anchísimo rodeado de flores, es el escenario donde se inscriben casi a diario las páginas de “Con luz propia”. Allí estuve este 22 de octubre para recoger y compartir la cosecha de una obra de amor. El suministro de energía eléctrica ya se estabilizaba en la provincia, pero en el momento de la actividad, Tapaste estaba apagado. “No hacen falta electricidad ni recursos materiales, ni una planificación estricta para hacer felices a los niños”, recalcó el mismo hombre que encarnó a José Martí en la serie “Duaba, la odisea del honor”, estrenada en la Televisión Cubana en 2013, y quien, como el Maestro, también venera a los de la edad de oro.

La nobleza de su propósito ha calado en los niños. Lo advertí en sus ojillos que se cundieron de mariposas cuando miraban a Albellar y en el cariño con que le llamaban profe.

En la nueva sesión de “Con luz propia”, el profe Albellar les propuso ensayar “La cucarachita Martina” ante un público compuesto por su propia familia, los padres de los chiquillos y esta periodista que no ha perdido la capacidad de asombro.

La obra de teatro, escrita y dirigida por él y la instructora de arte Gladis Caridad Montero Jiménez, es fruto de otro de sus proyectos: “ArteSoy”, que concibe básicamente talleres de creación en la escuela Primaria Víctor y Orlando de Tapaste para incentivar en los niños el gusto por la actuación y el interés por el mundo del audiovisual.

La llovizna pertinaz que había empañado el amanecer se detuvo, como por arte de magia, o quizás para no aguarnos la fiesta que significó disfrutar de principio a fin de “La cucarachita Martina” en una versión que, auguro, gozará de mucho éxito.

Mientras duró la puesta en escena, ninguno de nosotros se acordó del apagón. Hasta Thiago, el nieto recién nacido del actor Roberto Albellar, mostró su primera sonrisa, símbolo de la esperanza y de que la luz será en todo tiempo más poderosa que las sombras. (rda)

Marlene Caboverde Caballero