Apasionada, afectuosa, dulce y enamorada de los niños es la educadora del jardín infantil Florecitas del Campo en Bainoa, Marlén Martínez. Con los infantes del salón es extrovertida. Sin embargo, al saberse entrevistada se puso temblorosa y las palabras no brota su boca.
MM: ?Comencé trabajando en el Consejo Popular de Aguacate durante un año antes de trasladarme a este municipio. Me siento atraída por los niños y disfruto de su compañía. Les encantan los cuentos y cantar. Cuando estoy en la calle y me llaman ‘Seño’, eso me emociona. Aún existe gente mayor que recuerda quién soy?.
P: Marlen es la mujer optimista, trabajadora, responsable y amiga de ayudar en momentos difíciles.
MM: ?Disfruto de mi trabajo. Hay momentos en los que me he sentido un poco desmotivada, pero sigo aquí. A veces, cuando estoy de vacaciones en casa, después de una semana, ya quiero volver al círculo infantil?.
Sucesivas generaciones de niños que han transitado por el jardín infantil Florecitas del Campo tienen probablemente, sin saberlo, mucho que agradecerle a la educadora Marlene y sus enseñanzas.
MM: ?Me siento muy contenta mientras camino por las calles de Bainoa y la familia de algunos niños me reconoce y saluda. Cuando llego al círculo infantil, realizamos la gimnasia matutina, exploramos la naturaleza, izamos la bandera, cantamos nuestro himno, jugamos con los niños del área, luego merendamos y continuamos jugando. En este momento, muchos de esos niños ya son adultos profesionales, y algunos aún recuerdan a la seño?.
Marlén Martínez es una educadora sencilla y de pueblo que ha dedicado más de la mitad de su vida a la formación de las nuevas generaciones.