Washington: Alumnos extranjeros que se encuentran hoy en Estados Unidos deberán abandonar el país o correr el riesgo de deportación si las universidades donde estudian deciden impartir solo clases en línea el próximo otoño, publica Prensa Latina.
Así lo anunció el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en un comunicado, el cual indicó que los estudiantes con visas F-1 y M-1 que enfrentan tal situación ‘deben salir del país o tomar otras medidas, como transferirse a una escuela con instrucción en persona para permanecer en un estado legal’.
La medida de la administración de Donald Trump podría afectar a miles de estudiantes extranjeros que vienen a la nación norteña para asistir a universidades o participar en programas de capacitación, así como en estudios no académicos o vocacionales.
El anuncio de este lunes se dio a conocer cuando centros de altos estudios de todo el país valoran la forma de funcionar durante el otoño en medio de la pandemia de la Covid-19, lo cual llevó a universidades como Harvard a anunciar un aprendizaje en línea para todo el año escolar.
Esta medida dejará a muchas escuelas en una situación difícil: reabrir para la enseñanza en persona a pesar del creciente número de infecciones por el coronavirus SARS-Cov-2 o enfrentar la pérdida de estudiantes internacionales y sus matrículas.
Ese medio indicó que algunos alumnos foráneos salieron de Estados Unidos cuando estalló la pandemia, y tanto ellos como sus universidades esperaban poder regresar en el otoño, pero se cree que la mayoría decidió permanecer en esta nación.
Según el ICE, quienes violen las reglas ‘pueden enfrentar consecuencias de inmigración que incluyen, entre otras, el inicio de procedimientos de expulsión’.
La declaración agregó que el Departamento de Estado no emitirá visas a los estudiantes que participen en programas solo en línea, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no permitirá que ingresen al país.
Datos del Instituto de Educación Internacional muestran que en el año académico 2018-2019 hubo en Estados Unidos casi 1,1 millones de estudiantes provenientes de otras naciones, los cuales representaron un 5,5 por ciento de la población de la enseñanza superior.
La nueva regulación sobre este tema significa la última de una serie de medidas de la administración Trump para restringir la inmigración legal y la entrega de visas, y fue recibida con preocupación y por los centros de altos estudios.
Algunas universidades pidieron más claridad sobre cómo mantener inscritos a sus estudiantes internacionales, pero la nueva guía ‘sembrará la confusión y la incertidumbre’, consideró al respecto Brad Farnsworth, vicepresidente del Consejo Estadounidense de Educación. (BSH)
Redacción Digital
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