Cuba actúa en medio de un mundo que tiene una realidad compleja y desafiante, y la vamos a enfrentar con la convicción de que no podemos continuar haciendo lo mismo en un grupo de ámbitos de nuestra vida económica, pues de esa manera, no tendremos los resultados que necesitamos.
Fue esta una de las ideas medulares expresadas por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su discurso de clausura de la sesión extraordinaria de este jueves del Consejo de Ministros, donde se aprobó la Estrategia económico-social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19, momento en el que se refirió en primer lugar a elementos del abordaje político e ideológico para comprender la manera en la que debemos trabajar para apoyar toda esa estrategia.
Precisó que esta tiene como punto de partida las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social, la Conceptualización del Modelo Económico y Social —ambos aprobados en el 7mo. Congreso del Partido— y los Lineamientos Económicos y Sociales del Partido y la Revolución aprobados en el 6to. Congreso y actualizados en el 7mo. Informó, además, que la próxima semana será analizado por el Consejo de Ministros un Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social en una primera versión. Sobre la estrategia de fortalecimiento de la economía para enfrentar la situación de crisis, explicó que su implementación será de inmediato.
Hoy asistimos —señaló el estadista— a la confluencia de una profunda crisis como consecuencia del impacto de la COVID-19, y al derrumbe definitivo de los paradigmas neoliberales y el ejercicio abusivo de la hegemonía imperial, los que han sido expuestos en el libro de John Bolton (La habitación donde sucedió), al mostrar la perversidad de sus prácticas…
Denunció —atendiendo al contenido del texto del tristemente célebre halcón de la política estadounidense— la estrecha alianza de la administración de Estados Unidos con la contrarrevolución cubana y la oposición venezolana, cómo se ha reactivado la Doctrina Monroe, y cómo se usan las calumnias y mentiras como pretexto para la injerencia y el intervencionismo.
También cómo se amplía la corrupción y el soborno a Gobiernos y países para lograr sus propósitos, la obsesión y la saña que hay contra Cuba y Venezuela. Cada página del libro de Bolton —dijo— corrobora la validez de las denuncias que ha hecho la Revolución Cubana y de nuestras declaraciones sobre la indignante política actual del imperio, sentenció.
Díaz-Canel reiteró que debemos reconocer que existe una profunda crisis en curso a nivel mundial, reforzada por los problemas que atraviesa la administración norteamericana, de índole económica y social, y la manera irresponsable e ineficiente en el enfrentamiento a la pandemia.
El país que más riqueza tiene es el que más muertos y más afectados tiene por esa pandemia; el abuso policial, los problemas raciales… Y a esa administración le molesta y le duele el prestigio y los resultados de nuestro país, dijo.
Eso explica el incremento de su agresividad en estos momentos, que se manifiesta en constantes medidas que aplica contra Cuba, en el incremento de la persecución financiera y el congelamiento de cuentas bancarias y bienes cubanos en terceros países; en acciones orientadas a desprestigiar a los dirigentes cubanos, en acciones para recortar el envío de remesas; la aplicación de sanciones contra empresas que mantienen negocios en Cuba; los permanentes intentos de crear condiciones para un estallido social y los intentos de promover posiciones políticas opositoras dentro de nuestras instituciones, agregó.
Tenemos que ubicarnos en un campo de batalla —refirió el Jefe de Estado—, donde la estrategia enemiga es atacarnos por varios frentes y disparar por todos los flancos posibles.
Cada tema es un sector de fuego. Toman el tema de las colas para el pollo, y apuntan al nivel de vida de la población; toman el tema del desabastecimiento y atacan la gestión económica del Gobierno; van al ataque incesante de todo cuanto se hace y promueven las instituciones del Estado o sus dirigentes para desacreditarlos, y su imagen es objeto permanente de escarnio y difamación, significó.
Más adelante, el Presidente cubano analizó que hay mucho dinero corriendo, y hay laboratorios ideológicos detrás de todo esto, porque los nuevos terrenos de operación virtual y mediática han demostrado efectividad en cuanto a la manipulación y a desarmar ideológicamente a los pueblos en nuestra región y en el mundo.
Nosotros debemos ser capaces de generar ante todo esto una estrategia de comunicación con rigor, utilizando muchas de las herramientas que emplean contra nosotros, pero también creando nuevas herramientas más ajustadas a la realidad y a la singularidad de nuestro pueblo.
No hay dudas de que la manera más efectiva de comunicar es hacer las cosas y hacerlas bien. Cuba, como pocos países de similar desarrollo, tiene la posibilidad de hacerlo bien. Existen muchas instituciones, organizaciones y la infraestructura para que tributen para la generación de esta estrategia, y tenemos a las personas preparadas para ello… Tenemos el capital humano y revolucionario, preparado para ello.
Batalla ideológica; batalla económica
En su análisis sobre la actual batalla ideológica y comunicativa, el mandatario subrayó que se ha estado especulando alrededor de algunas medidas que son complejas y que no benefician a todos los sectores sociales por igual, pero necesarias para remontar nuestros problemas económicos.
Sacan de contexto frases para ridiculizar esfuerzos y hablan de apartheid económico. ¿Se puede cuestionar de apartheid económico un país donde el Gobierno, todos los días, se preocupa cómo les llega la mayor parte de las cosas posibles a todos por igual?
Han dicho que vamos a cerrar las tiendas en CUC y solo vamos a dejar tiendas en MLC. No es así. Vamos a mantener, a un costo tremendo, un nivel de ventas en las tiendas en CUC, fundamentalmente de alimentos, de aseo, la canastilla, leche en polvo… todo un grupo de cosas que vamos a mantener, explicó.
Abundando en la Estrategia económico-social para el impulso de la economía, Díaz-Canel enfatizó en que ahora, a partir de estas tiendas, se van a vincular más actores económicos del país para vender en ellas, y suplir otros surtidos en las que no pueden gastarse las divisas ahora, como muebles, calzado, ropas que hacen nuestros artesanos y la industria nacional.
Dijeron que se iba a dolarizar la economía, expresó. Dijeron que el pueblo trabajador quedaría desamparado. Esa es la matriz de opinión que están intentando sembrar, y mucha gente empieza a padecer insatisfacción, inseguridad… Sí —agregó—, hay una situación compleja desde mediados del pasado año y la hemos ido superando. Pero la de ahora no es de Cuba, es del mundo, y en medio de esa situación seguimos proponiendo cosas para todos, y buscando la solución para todos.
Total transparencia
Sobre las medidas económicas que adopta el país para paliar la crisis, el Jefe de Estado señaló que estas se explicarán con total transparencia en cada momento. «Todo el sistema de medidas está diseñado no solo para resistir, sino para salir adelante, para avanzar y desarrollarnos. Todo lo que estamos proponiendo se hace para mejorar el bien común en condiciones de crisis.
Atacan al Gobierno cubano argumentado que no tiene sensibilidad por la población y sus necesidades, continuó. Hay desabastecimiento en las tiendas. ¿Por qué Cuba no tiene más divisas? Entre otras cosas por el bloqueo, la persecución financiera, el boicot a importaciones y créditos, la llegada del combustible al país. ¿Están tan interesados en el pueblo o lo que quieren es un cambio de sistema donde se favorezca una minoría?
El Presidente cubano también abordó en su discurso cómo, a pesar de las sensibles carencias de recursos, logramos controlar la pandemia de la COVID-19, donde la gestión del Gobierno favoreció la acción integrada del sistema de salud y de nuestros científicos, y también se ha apoyado a decenas de países.
La Revolución ha probado de modo constante e invariable su vocación por la justicia social, afirmó. Nadie queda desamparado en nuestro país. Así ha sido, así es y será siempre. Nos debemos al pueblo al que pertenecemos. Lo respetamos, y queremos y para su bienestar trabajamos. Bajo estas premisas nos hemos planteado cómo enfrentar la situación pos-COVID-19, no solo para resistir sino para avanzar y fortalecernos.
Al final de su discurso, Díaz-Canel expuso: Podíamos definir nuestra estrategia como un plan que defiende un ideal, no como una idea de perfección, sino como suma de los objetivos a conseguir en el siguiente orden:
- Implementar los acuerdos del 7mo. Congreso del Partido y cumplir con las demandas populares.
- Derrotar la política del bloqueo.
- Enfrentar la crisis global y multidimensional actual.
- Aplicar ciencia e innovación a procesos productivos y dinámicas sociales para afianzar el desarrollo.
- Legitimar el ideal socialista como único camino conocido hacia la prosperidad con justicia social.
Las letras iniciales son Ideal.
Hace 20 años, nuestro Comandante en Jefe nos leyó el concepto de Revolución, del cual tomamos ideas fundamentales para nuestra estrategia. Añadió que ante esas ideas insuperables de la obra construida en más de 60 años de lucha y sacrificio, solo queda reiterar que se pudo y se podrá.
Pudimos enfrentar y controlar la pandemia. Podremos enfrentar y controlar la crisis. Fuerza Cuba, que seguiremos impulsando la economía y venciendo. Como nos enseñó a decir siempre desde estas y otras tribunas el General de Ejército: ¡Viva Cuba libre!, finalizó el Presidente cubano. (LHS)
Redacción Digital
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