Alberto Damián Luberta Noy, destacado radialista.

Cuba: Este domingo, cuando la radio cubana cumple sus 99 años, y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) festeja su aniversario 60, solo cabe remitirnos a quienes han contribuido tanto a sus valores, e indiscutiblemente, uno de los nombres cumbres es Alberto Damián Luberta Noy, publica el sitio oficial de la Radio Cubana.

Escritor radial nacido el 27 de septiembre de 1931 en Pogolotti, en el barrio Redención en Marianao, La Habana, en cuyo reparto Santa Felicia vivía al fallecer el 23 de enero de 2017. 

Cursó la enseñanza primaria y la secundaria en escuelas públicas hasta 1945, cuando matriculó en un centro nocturno para estudiar Electromecánica con miras a tener un oficio y cooperar con la economía familiar. 

Ya tenía el título de mecanógrafo, y en 1947, gracias a la rapidez con que escribía, se le facilitó un empleo en la antigua emisora radial CMQ. Fue entonces cuando empezó a trabajar para la radio, y fue para el resto de su vida.

Esta labor le proporcionó el contacto directo con la obra de los mejores escritores radiales de la época, y despertó en él, el deseo de ser escritor y ya en la década del 50 hizo sus primeras incursiones en espacios dramáticos y posteriormente, al ganar en experiencia, se decidió por el humorismo. Desde entonces, se desempeñó como guionista y director de programas. 

A comienzos de 1957 ingresó en una célula del Movimiento 26 de julio que se había creado en el centro, y comenzó con tareas de propaganda y venta de bonos. En 1958 fue seleccionado para participar en la acción del 9 de abril, y al fracasar esta, el propio Movimiento les proporcionó el asilo en la embajada de Venezuela, de donde partió hacia Caracas el 24 de abril.

En Caracas, además de seguir activo en la filial del “26 de julio en ese país, trabajó en la emisora Radio Continente hasta el 1º de enero de 1959, cuando abordó el primer avión que salió cargado de exiliados de regreso a la patria.

Tras la entrada de Fidel a La Habana, se incorporó de nuevo a su trabajo en CMQ, ya con la categoría de escritor. Al crearse la milicia “Pepe Prieto” en 1959, fue jefe de pelotón.

De esos primeros años de la Revolución data su trabajo como dirigente sindical, con la creación del Sindicato Nacional de Artes y Espectáculos. Posteriormente fue durante 12 años consecutivos Secretario General de la Sección Sindical de Radio Progreso, cuando integró el Comité Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Cultura (en adelante, SNTC) hasta el año 2012.

En 1983 a Alberto Luberta Noy lo eligieron miembro del ejecutivo del Buró Sindical del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) y luego ocupó diferentes cargos en el núcleo del Partido Comunista de Cuba (Pcc, en que militaba desde 1977) en Radio Progreso. Miembro además de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y del Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

El 15 de abril de 1965 comenzó el espacio Alegrías de sobremesa, de lunes a domingo, en dos emisiones diarias por la emisora Radio Progreso; en un género tan difícil como el humorismo que sin embargo, logró mantener diario y exitosamente hasta su muerte.

En 1974, viajó a la Unión Soviética y a Checoslovaquia, en una delegación de trabajadores destacados de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). Y en 1978 representó al SNTC a los actos del 1º de mayo en Polonia, y de ahí a la República Democrática Alemana. En 1983 viajó a la República Popular de Angola al frente de una delegación cultural. Fundador de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) presidía el de su cuadra llamado “Jorge Oliver”, Zona 40, Municipio Marianao.

Ha sido jurado en diferentes concursos organizados por organismos y organizaciones cubanas, como el concurso Caracol de la Uneac, y de Festivales Nacionales de la Radio desde 1994.

Entre sus tantos reconocimientos, destacan medallas como la del XXX, la del XL y la del L aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), la Alejo Carpentier, la de Combatiente de la Clandestinidad, la Raúl Gómez García, la Jesús Menéndez, la 28 de septiembre (CDR), la del 485 aniversario de la fundación de la Ciudad de La Habana, y la de la Flora de Marianao, así como la Condición de “Hijo Ilustre de Marianao”; además, por la fundación de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe (Camagüey) la distinción por su 491 aniversario, y la de su 499 aniversario; la distinción “Huésped Distinguido” de Santa Clara, y la Distinción por la Cultura Nacional; la Réplica del Machete de Máximo Gómez; la Orden Majadahonda, por su misión internacionalista en Angola.

Mereció también la Giraldilla de La Habana y la Gitana Tropical (Dirección Provincial de Cultura de la Ciudad de La Habana); el sello del Laureado (SNTC), de la Radio cubana el de su 85 aniversario y el de su 90 aniversario, y los conmemorativos 80 aniversario de la Radio cubana y el de la CTC en el año de su XVIII Congreso; la moneda conmemorativa 40 años de la Tv cubana, con carácter de fundador; Caracol de Honor (Uneac); el Micrófono de la radio conmemorativo 70 aniversario de la radio cubana; los Diplomas 45 aniversario del Icrt, con carácter de fundador; Julio Lot (Uneac); por su incorporación a la radio en la etapa fundacional, y el que le otorgó la Uneac de Sancti Spíritus; y el Diploma al Mérito Artístico (Instituto Superior de Arte); y entre los premios, el del Barrio (CDR, 2005); el Maestro de Juventudes; el Premio Nacional de Humorismo (2001) y el Premio Nacional de Radio (2002).

Aun en septiembre de 2015, cuando acudió con su esposa Cary Martínez (también Premio Nacional de Radio) al evento Antonio Yoga in Memoriam en Santiago de Cuba, fue reconocido como Maestro de la Radio. De todo lo anterior, se explica que citemos a Alberto Luberta Noy entre los hitos de la radio cubana. (BSH)

Por Redacción Digital

Equipo de redactores del sitio web de Radio Mayabeque

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