París: Al intervenir en el Evento Especial de Alto Nivel “Finanzas en común”, de la Cumbre por un Nuevo Pacto Financiero mundial, que sesiona por dos días en París, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez demandó con especial énfasis “una reforma de las instituciones financieras internacionales (…) que tenga en cuenta los legítimos intereses de los países en desarrollo”, y cerró su breve intervención recordando las alertas de Fidel sobre los riesgos de no actuar a tiempo sobre los más graves problemas de nuestra época:
Si hoy resulta posible prolongar la vida, la salud y el tiempo útil de las personas, si es perfectamente posible planificar el desarrollo de la población en virtud de la productividad creciente, la cultura y desarrollo de los valores humanos ¿Qué esperan para hacerlo?
Triunfarán las ideas justas o triunfará el desastre”, dijo citando textualmente una de las conocidas Reflexiones del líder de la Revolución, según publica Cubadebate.
Lo hizo en su condición de Presidente pro témpore del G-77 y China, después de apuntar en detalles las causas y consecuencias del actual desequilibrio global.
En apenas tres minutos, (seis considerando el tiempo de traducción) Díaz-Canel cuestionó la permanencia de las instituciones financieras globales, por su responsabilidad en los graves desajustes que favorecen a unos pocos países ricos y desestiman las urgencias de la mayoría empobrecida:
No revelo ningún secreto -dijo- si afirmo que las consecuencias más nefastas del actual orden económico y financiero internacional, profundamente injusto, antidemocrático, especulativo y excluyente, gravitan con mayor fuerza sobre las naciones en desarrollo.
Y fue directo a uno de los asuntos más abordados por los representantes del Sur desde tiempos inmemoriales: el peso infinito de las deudas que sufren los mayores aportadores de riqueza.
“Son nuestros países los que han visto su deuda externa prácticamente duplicarse en los últimos diez años; los que han debido gastar 379 mil millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos Derechos Especiales de Giro (DEG) que les asignó el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, apuntó el mandatario cubano.
“En semejantes condiciones desfavorables -dijo- el Sur no puede generar y acceder a los 4,3 billones de dólares anuales necesarios para alcanzar los Objetivos para el Desarrollo Sostenible en la década de acción restante”.
Y advirtió: “Nuestros pueblos no pueden ni deben seguir siendo laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de dominación que emplean la deuda, la arquitectura financiera internacional actual y las medidas coercitivas unilaterales, para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del Sur. Urge, como la mayor de todas las urgencias, un nuevo y más justo orden internacional.
“En pleno siglo 21, es inaceptable que a la mayoría de las naciones en el planeta se nos continúen imponiendo instituciones obsoletas heredadas de la Guerra Fría y de Bretton Woods, alejadas de la actual configuración internacional, y concebidas para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar el desequilibrio y aplicar recetas coyunturales para reproducir un esquema de colonialismo moderno”.
Después de pronunciarse por enviar “un mensaje político claro que renueve nuestro compromiso colectivo de aplicar la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible” pi pedir que se replanteen las relaciones Norte-Sur y la coexistencia en el planeta.
Fue entonces que recordó la infatigable batalla de Fidel por esos temas y citó fragmentos de uno sus últimos textos, para apelar a la conciencia colectiva.
“No pasemos a la historia como los líderes que pudimos marcar la diferencia en el destino común y fuimos incapaces de lograrlo. “No ignoremos las alertas; no subestimemos las urgencias. Actuemos con sentido de especie en peligro de extinción. Actuemos con sentido de Humanidad”, concluyó. (LHS)