Desmienten narrativa israelí sobre bombardeo a hospital en Gaza

Beirut: La falsedad de la narrativa israelí-estadounidense sobre el bombardeo al hospital Bautista en Gaza quedó revelada hoy aquí tras la publicación de un artículo de la red panárabe Al Mayadeen.

Expertos y periodistas refutaron con varias pruebas el engaño de que “la ausencia de un agujero” en el lugar de la agresión quita responsabilidad a Tel Aviv.

Los especialistas detallaron que las fuerzas israelíes utilizaron bombas estadounidenses JDAM en sus incursiones contra la Franja de Gaza, que son municiones de ataque directo conjunto, reseña Prensa Latina.

En este sentido, los analistas indicaron que el armamento empleado era del modo explosión de aire, sin producir un agujero y con un impacto a través de fragmentos, ondas de choque y una bola de fuego provocada al tocar suelo.

Por lo tanto, la ausencia de un agujero no excluye de responsabilidad a Israel, y el gran número de cuerpos mutilados al instante de lo ocurrido demostró el origen de la metralla y el impacto de la explosión provocada por la bomba JDAM, precisaron.

En este contexto, el corresponsal del diario estadounidense New York Times, Aric Toler, reveló que el vídeo publicado por la cuenta oficial israelí “@Israel” y presentado como prueba del “momento en que un misil del movimiento Yihad Islámica cayó sobre el hospital” fue eliminado a pocos minutos.

Al desmentir la narrativa israelí, los expertos presentaron capturas de un tuit borrado de Hanania Naftali, asesor digital del jefe del Gobierno Benjamín Netanyahu, en el que decía que Israel bombardeó una base terrorista de Hamas en el interior de un hospital en Gaza.

El pasado sábado, los medios de prensa israelíes reproducían una frase del ministro de Seguridad, Ben Gvir, en la que amenazó con que lo único que entraría a Gaza serían toneladas de explosivos.

A propósito, confirmaron otra incongruencia notable en el discurso oficial de Israel: primero divulgaron una supuesta grabación de audio de miembros de la resistencia como prueba de que el cementerio ubicado detrás del hospital constituía el lugar de lanzamiento de misiles; y después el mapa radar proporcionado por el portavoz de las fuerzas militares de Tel Aviv, Daniel Hagari, indicó que los cohetes fueron lanzados desde un punto estimado a cinco kilómetros de la institución.

Las primeras informaciones difundidas por la prensa coincidieron claramente de que la masacre era resultado de un bombardeo israelí en el hospital, refugio además de miles de desplazados de las zonas bombardeadas y destruidas en la Franja de Gaza.

El periodista británico de la BBC Jon Donnison consideró que, según el tamaño de la explosión, no es difícil ver que podría ser más que un ataque aéreo israelí o varios ataques aéreos.

Por su parte, el corresponsal del canal estadounidense MSNBC habló en directo desde Jerusalén después del bombardeo y señaló: «este número de víctimas no suele estar asociado con los cohetes palestinos».

En esta línea de mensaje, la redactora del periódico norteamericano The New York Times,´ Megan Stack explicó: «los militares están acostumbrados a negar rápidamente todas las atrocidades y violaciones que cometen» y recordó las negativas iniciales de Israel sobre el asesinato de la periodista Shireen Abu Aqla el pasado año .

Ante este panorama, el movimiento palestino Hamas confirmó que Israel se puso en contacto con los directores de los 21 hospitales de la Franja de Gaza, para pedirles que evacuaran inmediatamente a su personal, pues los centros están ubicados dentro del ámbito geográfico de operaciones.

La milicia destacó que antes y durante del bombardeo israelí al hospital, la resistencia palestina no disparó ningún misil, las sirenas de la ocupación no se activaron, ni funcionó la Cúpula de Hierro; en tanto, decenas de aviones de reconocimiento no abandonaron los cielos de la Franja de Gaza.

En ese sentido, el sacerdote de la catedral anglicana de San Jorge en Jerusalén, el padre Don Binder, escribió días atrás en una publicación en su cuenta de Facebook sobre un inicial bombardeo israelí a la instalación, que causó graves daños a los dos pisos superiores y cuatro empleados resultaron heridos.

Para sostener la versión de Israel y la prensa occidental, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sin haberse acercado ni siquiera a las inmediaciones de la Franja concluyó que confía en las informaciones de su Departamento de Defensa.

Más de un millar de muertos, la mayoría niños, mujeres y ancianos, fue el resultado de la agresión al hospital Bautista de Gaza, vista como un claro ejemplo del persistente genocidio y brutalidad de Israel contra el pueblo palestino.