Mayabeque, Cuba: La poetisa neopacina Andrea García Molina impartió en Melena del Sur la conferencia La afrodescendencia en Cuba: misticismo y significación social.
La conferencia estuvo dedicada al día de la mujer afrodescendiente, próximo a celebrarse el 25 de julio y se desarrolló en el portal de la Biblioteca Pública José Ricardo Fresneda.
Asistieron al encuentro trabajadores de la Galería Municipal Casona Sur, del Museo Municipal, profesores del Centro Universitario Municipal y público en general.
Andrea comenzó su intervención con la identificación de África como participio de nuestros genes.
“Tenemos la misma Eva mitocondrial”, fue la frase empleada para referirse a que todos los cubanos somos afrodescendientes, por lo que, a su juicio, el homenaje mayor es a aquellas mujeres descendientes de esclavos, esas que sufren por ser mujeres, negras y víctimas de la desventaja social.
Con la frase martiana” dígase hombre y ya se dicen todas las razas”, Andrea, quien es autora de 14 libros y varias publicaciones en revistas, introdujo fragmentos de su obra:
_ Una mujer negra no es nada más que una mujer. Dígase mujer y ya se habla de amor, ternura, humanidad. Porque los seres humanos no nos dividimos en pieles, somos una especie concatenada en el tiempo.
Explicó la escritora neopacina, que cuando la igualdad se implementa a partir de la desigualdad, no llega a ser eficiente.
Sus estudios sobre la afrodescendencia le permiten afirmar que la mayoría de las familias disfuncionales en Cuba, así como la mayoría de las familias con tendencia a la violencia, son negras mestizas. Muestra de que en ocasiones la miseria y la marginación pueden perforar los más altos valores.
Andrea expresó que en Cuba los mayores rasgos de violencia son culturales, lo que hace que la identificación de los grupos humanos no se base en sus rasgos biológicos si no en sus creencias y costumbres.
El llamado es a impulsar la lucha contra la discriminación racial, el sexismo y la pobreza. (YDG)