Verano en Mayabeque: Placer, sol... y precaución

El verano en Cuba es sinónimo de mar, vacaciones escolares, festividades populares y una vida al aire libre que se intensifica bajo el sol tropical. Sin embargo, con las altas temperaturas que caracterizan estos meses, también se eleva la necesidad de actuar con responsabilidad. No se trata solo de disfrutar, sino de hacerlo de manera segura.

Cada año, las autoridades sanitarias de Mayabeque y del país en general, insisten en las medidas de precaución ante el golpe de calor, la deshidratación y las enfermedades transmitidas por vectores como el mosquito Aedes aegypti. Y no es para menos: el cambio climático y las olas de calor más intensas y prolongadas no son teorías, son realidades que ya se sienten en todo el archipiélago. En nuestra provincia, las temperaturas en esta etapa del año han superado los 37 grados Celsius, lo que no solo afecta la salud física, sino también la estabilidad energética y el abastecimiento de agua.

Pero más allá del clima, el verano también es temporada de imprudencias: el exceso de alcohol, los baños en zonas no habilitadas o el descuido con los niños en playas y piscinas. Se suman también los riesgos asociados a la manipulación de alimentos en la vía pública, que aumentan los casos de infecciones gastrointestinales.

No se trata de alarmar, sino de asumir que la recreación no está reñida con la prevención. Protegerse del sol en las horas pico, hidratarse adecuadamente, usar ropa ligera, proteger a los más vulnerables —niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas— y respetar las normas sanitarias, no debería ser una recomendación estacional, sino una práctica de cultura ciudadana.

Disfrutar del verano cubano, con su música, su calidez y su identidad, es un privilegio, pero también es una responsabilidad compartida.