Brasilia: Bajo un clima de camaradería, los partidos Comunista de Cuba (PCC) y de los Trabajadores (PT) de Brasil reafirmaron su voluntad de fortalecer hoy los lazos políticos e ideológicos que los unen desde hace más de cuatro décadas.
El encuentro, encabezado por Rolando Yero, alto funcionario del Comité Central del PCC, y el senador Humberto Costa, secretario de Relaciones Internacionales del PT, marcó un nuevo capítulo en la relación interpartidista entre La Habana y Brasilia.
Yero está en el gigante sudamericano con un mensaje de respaldo mutuo y una convicción compartida: que la solidaridad entre los pueblos y las fuerzas progresistas sigue siendo un pilar frente a los desafíos contemporáneos.
En nombre del Comité Central del PCC, felicitó a Costa por su reciente designación y extendió al nuevo presidente del PT, Edinho Silva, electo en julio, los deseos de éxito del partido cubano.
Figura histórica del PT y cercano al presidente Luis Inácio Lula da Silva, el senador brasileño correspondió con palabras que evocaron los años de resistencia y amistad entre ambas formaciones.
Reiteró, además, el compromiso de su organización política con la defensa del pueblo cubano frente al injusto bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de seis décadas.
El itinerario del dirigente cubano incluyó también un diálogo con Ana Prestes, secretaria de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), y con Ricardo Alemão, director de Cooperación de la Fundación Mauricio Grabois.
La conversación, más académica que diplomática, giró en torno a los proyectos de investigación y formación política conjuntos, entre ellos un acuerdo de cooperación con la Universidad del Partido Ñico López centrado en el estudio del pensamiento del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y su impronta en Brasil y en América Latina.
Prestes subrayó el valor histórico del vínculo entre ambos partidos comunistas y Alemão aludió a la necesidad de mantener viva la utopía a través de la cooperación y la memoria.
Por la parte cubana participaron funcionarios del Departamento de Relaciones Internacionales del PCC y de la Embajada en Brasilia, mientras que los anfitriones del PT resaltaron el valor simbólico de la visita en un contexto global marcado por el auge de las derechas y la necesidad de recomponer alianzas continentales.
Al final de la jornada no hubo banderas al viento, pero sí un gesto simbólico: una fotografía conjunta y un apretón de manos que condensó el espíritu de los encuentros.
En tiempos de turbulencias políticas, Cuba y Brasil parecen reencontrarse en un lenguaje común, el de los ideales compartidos que —pese a los cambios del mundo— aún resisten en el terreno de la amistad y la convicción. (PL) (rda)
Redacción Digital
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