Resumen de los principales acontecimientos culturales en 2025, reseñados con la colaboración de la subdirectora provincial de Cultura, Lilibeth García Martínez.
El calendario cultural de la provincia en 2025 se desplegó como una radiografía variada del alma de todo un pueblo, entre fuertes retos y desafíos, donde la tradición ancestral y la creación comunitaria contemporánea se entrelazaron en un diálogo permanente. Este viaje anual constituyó un ritual colectivo de reafirmación identitaria, donde el talento popular fue el protagonista indiscutible, a pesar de las múltiples limitaciones para el desempeño artístico y literario.
El prólogo del año lo escribió la Feria de Desarrollo Local de enero, un escenario económico con alma cultural. Febrero rindió tributo a los arquitectos de la sensibilidad: los Instructores de Arte. Bajo la advocación de la pionera teatral Olga Alonso González, el mes se pobló de talleres de dramaturgia y performances itinerantes que viajaron a comunidades rurales, sembrando semillas que culminaron en el Festival Nacional de Teatro Aficionado, verdadera cúspide de un proceso pedagógico y artístico.
En el programa del primer semestre la narrativa cultural adquirió textura literaria. La Feria del Libro, dedicada este año al crítico de cine Pedro Rafael Noa Romero, y la Semana de la Cultura actuaron como preludio a la gran explosión de talento vernáculo: el Festival Provincial de Artistas Aficionados. Este certamen funcionó como un somatón del movimiento artístico y de creación en la base, exhibiendo su vigor en nuestras casas de cultura e instituciones.
El Surazo y la Piedra de las Mercedes convirtieron como cada año a nuestra zona sur en epicentro de una cultura viva que trasciende en cada localidad.
El verano trasladó la acción a los espacios abiertos, transformando plazas en escenarios culturales donde la comunidad fue protagonista y el mejor público.
Un momento cumbre fue la Gala de clausura del Festival Cuerda Viva, en julio, donde la tradición musical alcanzó su punto más importante. En su edición 2025, los ritmos de rumberos de Mayabeque con su auténtica expresión de nuestro patrimonio inmaterial y el amplio espectro del “sabor latino” fueron coronados, demostrando la vitalidad de nuestras tradiciones más autóctonas.
La entrega del Premio del Barrio al proyecto “Fusión” en septiembre celebró iniciativas que, desde el arte comunitario, fortalecen el tejido social y la espiritualidad colectiva. Ese elogio aplaudió la creación artística de un proyecto nacido del pueblo, que ha alcanzado no solo el reconocimiento sino que ha hecho bailar y corear a su público desde la lealtad a nuestra identidad.
El clímax del año llegó en octubre con la majestuosa Gala por el Día de la Cultura Cubana. Fue una puesta en escena que conmemoró la entonación fundacional del Himno Nacional y escenificó, en un lenguaje coreográfico y musical, la riqueza de nuestra cubanía.
En diferentes momentos del calendario 2025, nuestro Proyecto El Punto Cubano de la Casa de la Décima Francisco Riverón puso en alto la tradición campesina, a la vez que nuestros poetas, artistas, escritores y otros actores de nuestro panorama artístico y literario sumaron dicha a este terruño, con la fidelidad a la idiosincrasia y a nuestra estirpe culta y criollísima.
El epílogo lo escribieron, entre conmemoraciones solemnes, las alegres Charangas de Bejucal, una expresión de resistencia y júbilo que puso la nota final, vibrante y colorida, a este viaje cíclico.
Así, el año cultural concluyó, poniendo en alto la vida artística de la provincia, que se nutrió de su gente y, a la vez, se afianzó de su propia esencia.
Durante estos días y hasta el nueve de enero, aniversario 15 de la provincia, diferentes actividades se extenderán por los municipios, para encarnar nuestras tradiciones festivas donde el pueblo fortalece y defiende sus esencias, acerbo y cubanidad. (rda)
