Mayabeque, Cuba: Quien vio hace más de un año las tierras de la familia Cainzos, a la entrada del asentamiento San Antonio, en San Nicolás, no creerá que 20 hectáreas de tierra casi yerma se convirtieran en cultivos varios.

José Ramón Cainzos, junto a su nieto Omar Cainzos, y algunos miembros de su familia lograron la productividad de las áreas con las siembras intercaladas, conservación de los suelos y uso de los fertilizantes biológicos para obtener productos con alta calidad.

En estos campos hay cebolla, fruta bomba, guayaba, ají pimiento, yuca, boniato, tomate y demás productos agrícolas.

Próximamente, de estas tierras, saldrán hortalizas y frutas, como la zanahoria y la guayaba para la exportación.

La creación de casas de tapados como perspectivas para el año entrante garantizará semillas certificadas y con calidad de acuerdo a los parámetros requeridos.

Omar Cainzos logró que sus áreas sean productivas como digno exponente de su herencia familiar: ser campesinos.

Con un poco de amor y sacrificio los campos reverdecen, he aquí una muestra fehaciente de la capacidad de los productores cuando tienen como meta producir alimentos. (LHS)

Raiza Ortega Herrera

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