Cuba no deja morir a sus héroes. La historia testigo del tiempo da fe de la sabia martiana: ?la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida?.

Jesús Menéndez Larrondo es un claro ejemplo, hace exactamente hoy 74 años, lo asesinaron en la ciudad de Manzanillo, querían apagar su llama.

Movidos por el odio y la maldad sus victimarios cumplieron la orden pero no lograron su cometido, el líder azucarero se alzó como bandera para seguir luchando junto a la clase obrera.

Su legado de dirigente sindical, su protagonismo al frente de los azucareros, en la batalla que ganó por el diferencial azucarero, lo perpetúan.

El General de las Cañas como lo definió el poeta nacional Nicolás Guillén, renace cada 22 de enero y su ejemplo de cubano digno, comunista y revolucionario es paradigma de las nuevas generaciones.

En el contexto actual de transformaciones en la industria azucarera cubana, el legado de Menéndez Larrondo está vigente. 37 años le bastaron a este hombre humilde y de pueblo para sembrarse en el corazón de los azucareros y de todos los cubanos.

En el aniversario 74 de su asesinato, se siente su presencia y arrojo y en los cañaverales las cañas al compás del viento parecen saludar a su general. (BSH)

Maria Amalia Pérez

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