Mayabeque, Cuba: La atención a los ancianos, para las autoridades de San José de las Lajas, es un tema de creciente relevancia, especialmente ante el marcado envejecimiento poblacional que experimenta Cuba de forma general.
Según datos oficiales, más del 20 por ciento de la población en el país tiene 60 años o más, y se espera que esta cifra aumente en los próximos tiempos, esta situación nos convoca a importantes desafíos sociales, económicos y de salud que requieren una respuesta integral y sostenida.
La atención a los veteranos constituye una prioridad en el ámbito local, en tal sentido se desarrollan programas como los círculos de abuelos, que fomentan la actividad física y la integración social, un hogar de ancianos y una casa del abuelo que ofrece atención médica y cuidados básicos con el apoyo del sistema de salud y su enfoque preventivo.
Sin embargo, actualmente la realidad muestra limitaciones que describen un escenario complejo en el que sobresale la crisis económica prolongada, el declive de los propios cuidadores, la escasez de recursos en muchas instituciones geriátricas y el éxodo de jóvenes que emigran dejando a sus mayores atrás.
Según investigaciones realizadas por promotores de la salud y trabajadores sociales muchas familias en el municipio enfrentan dificultades para cuidar a sus ancianos en casa, especialmente cuando estos presentan enfermedades crónicas, demencia o dependencia física.
El Gobierno, el Partido Comunista de Cuba y la Dirección de la Salud Publica en la capital de la más joven provincia del archipiélago, se dan a la tarea de mejorar las condiciones del hogar de ancianos, capacitar y apoyar a los cuidadores familiares y promover iniciativas comunitarias que luchen contra la soledad y el aislamiento.
También se trabaja en diversas vías para estimular una mayor participación de los adultos mayores en la vida cultural, social y educativa, reconociendo que su experiencia y conocimientos son valiosos para la sociedad.
La manera en que enfrentemos este reto dirá mucho sobre nuestra capacidad para adaptarnos a los cambios demográficos, proteger y cuidar a los ancianos es un deber moral y una expresión profunda de respeto por quienes han dedicado su vida al bienestar común. (IVP)
Tomado de Radio Camoa