Como cada año el primer lunes de septiembre nos descubre ante una estampa multicolor plena de alegría. Es acá, en la mayor de las Antillas, un día especial, en que desde el comienzo de la mañana las calles se colman de niñas, niños, adolescentes y jóvenes que acuden a un nuevo curso escolar.
A nosotros el hecho repetido cada año no nos sorprende. Cada educando acude a su escuela, donde a pesar de cualquier dificultad, les espera un colectivo de trabajadores para iniciar una etapa de estudio, que requiere disciplina, consagración y apoyo de la familia y la comunidad.
San José de las Lajas, capital de Mayabeque, la más joven provincia cubana, amaneció con la premura de todos por hacer de la jornada de este lunes la más hermosa e inolvidable.
Los días previos a la apertura del curso, el inicio del nuevo período lectivo ha sido el tema en cada hogar, pues aunque parezca una rutina, arreglar uniformes escolares, ordenar los útiles, ultimar todos los detalles es muy común y créanme, de una manera casi mágica suma a familiares y vecinos.
Por suerte para Cuba y los nacidos en esta isla, desde enero de 1959 la educación es un derecho, es gratuidad, es ocupación del estado en esa perspectiva de formar a mejores personas.
Este día la historia se repite en cada espacio de tierra cubana; en llanos y montañas, aun en las zonas más intrincadas todos cantarán el himno nacional, se izará la bandera y comenzará el curso escolar 2018-2019.
Hoy es un día especial para cubanas y cubanos, es un día de alegría, en el que se establece un serio compromiso con el conocimiento, ese que anima a afianzar valores, al aprendizaje, a la responsabilidad
Hoy, puede parecer una rutina, pero ¡divina rutina! que permite el saber pueda llegar a todos por igual, sin que medie un centavo, sin que constituya una deuda y sí un camino de bien.