Director General, Señora Presidente; distinguidos ministros; demás delegados;
Una crisis no imaginada ha provocado la COVID-19 en el mundo y ningún país o sector ha podido escapar de ella. Cuba reconoce el trabajo realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el Programa de Emergencias Sanitarias y las acciones desempeñadas en la respuesta a esta enfermedad, en la que lamentablemente, aún no se logra el adecuado control.
En Cuba mucho antes de la detección de los primeros casos, ya se había diseñado el Plan Nacional de Enfrentamiento aprobado por la máxima dirección del país con un carácter intersectorial y adecuado a cada territorio. Se estableció el grupo temporal de trabajo, encabezado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el que ha mantenido un chequeo diario de la situación epidemiológica de la nación y desde su accionar se han adoptado las medidas correspondientes acorde a la evolución de la epidemia, así como, las mejores experiencias a nivel internacional y nacional en el abordaje a este complejo problema sanitario y social.
Han sido determinantes las capacidades en términos de infraestructura, organización y capital humano del Sistema de Salud Pública, con las características de ser único, gratuito, accesible al 100 % de la población, basado en la Atención Primaria de la Salud y con el médico y la enfermera de la familia como su principal fortaleza; junto a la utilización de productos, equipos, e insumos novedosos de la industria médico-farmacéutica y biotecnológica cubana.
La Carpeta de Productos incluye tres medicamentos de uso preventivo; tres antivirales; dos novedosos antiinflamatorios; cuatro diagnosticadores serológicos; destacándose el anticuerpo monoclonal Itolizumab y el péptido Jusvinza. Contamos además con dos candidatos vacunales aprobados, en etapa de ensayo clínico, lo cual nos llena de orgullo.
Señoras y Señores
Esenciales en nuestra gestión sanitaria, han sido la vigilancia activa, la articulación de las acciones intersectoriales, transdisciplinarias y preventivas; la inmediatez en los análisis y la toma de decisiones; el tratamiento individualizado de los pacientes y el abordaje a sus comorbilidades; así como el seguimiento continuo a los convalecientes, con acciones se inician y terminan en la comunidad.
Lo que unido a la gestión desde la ciencia y la innovación ha permitido el establecimiento del protocolo cubano para el manejo de la enfermedad, incluidas acciones relacionadas con la salud mental y la protección al personal de la salud que atiende casos de contactos, sospechosos y confirmados.
Hasta la fecha se han recuperado el 91,3 % de las personas contagiadas. La manera en que se trabaja ha permitido que no colapse nuestro Sistema de Salud Pública. No se reportan niños, niñas, ni adolescentes fallecidos, y tampoco hemos tenido que lamentar muertes maternas ni de ningún personal sanitario en Cuba vinculado a la atención médica.
Tampoco hemos renunciado al principio de la solidaridad, 53 brigadas del Contingente “Henry Reeve” han colaborado en el combate a la pandemia en 39 países ante la solicitud de varios gobiernos. Las que se han sumado a los 28 mil profesionales que ya laboraban en 58 naciones.
A pesar del injusto bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos y los constantes intentos para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica cubana, reiteramos nuestro apoyo al rol de la OMS y el compromiso incondicional de continuar asegurando los servicios de salud para todo nuestro pueblo.
Desde este espacio común, ratificamos nuestra total certeza de que solo la cooperación y la solidaridad internacional podrán salvar a la humanidad de esta grave crisis.
Muchas gracias.