La Habana: Artistas e intelectuales rendirán homenaje hoy a la prima ballerina assoluta cubana, Alicia Alonso, en el Día Iberoamericano de la Danza, declarado para resaltar el centenario de su nacimiento, publica Prensa Latina.

El Aula Magna de la Universidad de La Habana acogerá una Sesión Solemne para celebrar el evento, mientras una Moneda Conmemorativa del Centenario se entregará en el Gran Teatro que desde hace cinco años lleva el nombre de Alonso.

Diversas actividades tendrán lugar este lunes en la capital del país y ciudad natal de quien fuera una de las bailarinas más extraordinarias que ha existido y la artista más universal de Cuba.

Alonso nació en la Isla, el 21 de diciembre de 1920, pero alcanzó su altísimo nivel profesional en Estados Unidos, donde participó de la fundación del American Ballet Theatre, en 1940.

Convertida en estrella de esa compañía, vino a La Habana ocho años después, para fundar el actual Ballet Nacional de Cuba, junto a los hermanos Fernando y Alberto Alonso.

Cada uno de la trilogía Alonso sobresalía en un área de la danza: Alicia, gran bailarina; Fernando, eminente maestro, metodólogo apegado a las ciencias; y Alberto, un coreógrafo revolucionario.

Los tres fueron pioneros en su país y colaboraron para consolidar la compañía nacional y establecer la mundialmente reconocida escuela cubana de ballet, con una metodología única en América Latina.

En los escenarios, Alicia probaba cada experimento con su sublime manera de danzar y la entrega sin igual a una profesión muy exigente, por la cual estuvo dispuesta a renunciar a su propia visión, tras ser advertida por los médicos de los peligros de saltar y moverse con dinamismo para una persona como ella.

Muchos admiraron la decisión personal de seguir bailando mientras se quedaba ciega, un mérito indiscutible y excepcional, aunque hasta el final (murió el 17 de octubre de 2019) los medios de prensa continuaron hablando de ella como si pudiera ver a la perfección.

En el mundo de la danza, Alonso cobró fama por sus prodigiosos giros y la manera particular de adueñarse de la técnica. Todavía algunos hablan de la quinta Alonso para aludir una posición específica de los pies, mientras los viejos balletomanos atesoran especialmente las veces que la vieron transformarse en Giselle y en Carmen.

Diversos historiadores coinciden en que Alonso estaba destinada para la danza, el lenguaje mediante el cual podía relatar cualquier historia, aunque solo moviera las manos. (LHS)

Por Redacción Digital

Equipo de redactores del sitio web de Radio Mayabeque

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