Cubre una pared de negro usando pintura para pizarrón, y escribe notas que salgan de tu cabeza.
Puedes usar la pared para escribir poemas, listas de cosas por hacer, o solo frases. Es una opción decorativa y un medio de expresión a la vez.
Si el negro es lo tuyo: combínalo con toques dorados.
Pintar figuras geométricas metalizadas sobre una pared negra, y decorar el lugar con toques dorados.
¿Eres una persona aventurera? Pinta la mitad de las paredes de tu habitación con un amarillo vibrante.
En cuanto a la decoración, no dejes de un lado los tonos fucsia, naranja, blanco y rosa.
Haz un elegante rincón personal para esconderte cuando necesites relajarte.
Solo agregando un toldo hecho con tela semi-transparente, cojines y una alfombra, ya tienes tu versión adulta de la casa del árbol.
No tienes que gastar mucho dinero en montar cuadros, con cinta adhesiva negra pueden verse geniales encima de tu cama.
Este truco le da un toque hasta bohemio a las obras con las que quieres decorar tu espacio, además nunca tendrás miedo de que los cuadros te caigan encima.
Entra en la onda monocromática y decora una pared con diferentes obras en blanco y negro.
Combina diseños, texturas e imágenes, todo muy diferente y alocado pero siguiendo un patrón: que tengan los mismos tonos de colores.
Si no tienes mucho espacio en tu clóset, pero quieres tener tus piezas favoritas a mano: cómprate un rack para ropa.
En él, cuelga la ropa por tonos y se verá fabuloso. Además, puedes personalizarlo con tela de piel sintética y lucecitas.
Coloca tu cama en un rincón y de día posiciona muchos cojines como si se tratara de un sofá.
La cama en el medio del cuarto ocupa demasiado espacio, y colocarla en un rincón te ayudará a refrescar la imagen de todo el lugar.
Pinta una pared de un tono gris claro y haz que en la decoración sobresalga el color rosa. (BSH)