Moscú: El presidente ruso, Vladimir Putin, orientó a las fuerzas armadas de este país garantizar la seguridad de los límites de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en la región rebelde de Donbass, publica Prensa Latina.
De acuerdo con una nota del Kremlin, a tenor con el pedido hecho por las direcciones de Defensa de Donetsk y Lugansk para cumplir con el punto tres del recién firmado acuerdo de amistad y cooperación, será necesario garantizar la presencia allí de las fuerzas rusas para mantener la paz.
Tras la llegada a Rusia de más de 80 mil civiles de las mencionadas repúblicas, en medio de denuncias de los rebeldes de ataques realizados por el ejército ucraniano, Putin realizó ayer una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, donde se decidió reconocer a las citadas repúblicas.
Además, el jefe de Estado también encomendó a la Cancillería la realización de conversaciones con Donetsk y Lugansk para el establecimiento de relaciones diplomáticas, en medio del rechazo de Kiev a la decisión de reconocer como soberanos a esos territorios.
El arreglo firmado la víspera estipula que la protección de los límites de las autoproclamadas repúblicas se efectuará de forma conjunta por las tropas rusas y las de esas regiones. En caso de algún peligro para la seguridad, se realizarán consultas, afirma el documento.
De su lado, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, calificó de esperada la reacción de Occidente ante la decisión de su país de reconocer como independientes a las mencionadas regiones ucranianas.
Al referirse al pedido de sanciones contra Rusia por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, Lavrov estimó que los “colegas occidentales durante décadas tuvieron por costumbre culpar de todo a su país».
El jefe de la diplomacia rusa afirmó que su nación garantizará la seguridad de Donetsk y Lugansk, situadas en la región hullera de Donbass.
Los acuerdos de Minsk, firmados en septiembre de 2014 y febrero de 2015, fueron pisoteados por el gobierno ucraniano, nada más rubricarse, por el entonces presidente Piotr Poroshenko, subrayó el diplomático.
En lugar de defender el documento para detener la guerra y conservar la integridad territorial de Ucrania, Poroshenko intentó justificarse ante su Parlamento, constató el ministro de Asuntos Exteriores.
Lavrov recordó que el entonces canciller ucraniano, Pavel Klimkin, declaró que los acuerdos de Minsk eran solo un pedazo de papel que para nada comprometía al vecino estado con sus postulados. (BSH)