Brasilia: El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, marcó para hoy una reunión aquí con algunos ministros y jefes policiales para tratar la crisis de seguridad en el estado de Río de Janeiro, publica Prensa Latina.
Al citar a fuentes oficiales, el portal G1 asegura que fueron activados, entre otros, los ministros Flávio Dino (Justicia y Seguridad Pública) y José Múcio (Defensa), y el director general de la Policía Federal (PF), Andrei Passos.
La idea es que la Unión envíe militares y agentes de la PF a Río sin que haya una intervención federal formal.
Según ministros, en esa cita Lula definirá cómo será la acción conjunta y la idea es dejar claro, desde el principio, que la solicitud fue hecha por el gobernador de Río, Cláudio Castro, y el Gobierno federal actuará como refuerzo.
También en el encuentro deben definirse la fecha de inicio de la actuación federal, la división de los equipos y la misión de cada órgano en esa asistencia.
El secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, Ricardo Cappelli, informó al blog de Valdo Cruz, en G1, que el Gobierno federal ampliará el trabajo de inteligencia de la PF en la lucha contra el crimen organizado en Río.
Asimismo, la acción de la Fuerza Nacional, junto con la Policía Federal de Carreteras.
Unos 35 autobuses y un tren quedaron calcinados el 23 de octubre tras sufrir un incendio por una banda criminal en Río para retar a la policía que mató a uno de sus líderes.
De acuerdo con la empresa Río Bus, ese fue el día con más ómnibus incendiados en la historia de la ciudad. Otros vehículos y neumáticos también fueron incinerados, cerrando diversas vías en barrios como Campo Grande, Santa Cruz, Paciência, Guaratiba, Sepetiba, Cosmos, Recreio, Inhoaíba, Barra, Tanque y Campinho.
Al menos 12 sospechosos de los ataques fueron arrestados. Castro calificó el atentado contra el transporte de terrorista.
Igualmente, un tren que salía de Santa Cruz, dirección Central, fue quemado por bandidos en las proximidades de la estación de Tancredo Neves.
Las llamadas milicias de Río, en su mayoría integradas por agentes y ex de policía, constituyen una amenaza para la seguridad del estado.
Formadas al inicio como fuerzas de autodefensa para los barrios pobres se transformaron en bandas criminales.
Las agresiones fueron en represalia por la muerte del sobrino del jefe de la milicia Zinho, en la comunidad Tres Puentes.
Matheus da Silva Rezende, conocido como Teteu y Faustão, era señalado como el número dos en la jerarquía de la milicia comandada por su tío, y fue muerto durante un intercambio de disparos con la Policía Civil.