Washington: Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos formalizaron su investigación de juicio político (impeachment) al presidente Joe Biden, aunque hasta hoy siguen sin una prueba que lo incrimine por supuesto tráfico de influencias, publica Prensa Latina.
La votación ocurrida la víspera levantó el banderín a los conservadores de la Cámara Baja, quienes no habían tenido suficiente respaldo hasta ahora para legitimar su pesquisa.
Realmente, los republicanos nunca escondieron su intención de llevar a Biden a un juicio político si llegaban a tomar el control del hemiciclo y las elecciones de mitad de mandato de noviembre de 2022 les dio esa posibilidad.
“En vez de estar haciendo cualquier cosa para ayudar a mejorar la vida de los estadounidenses, están centrados en atacarme con mentiras”, dijo el presidente en un comunicado tras el sufragio, que obtuvo 221 votos (todos los republicanos) a favor y 212 en contra (los demócratas).
Por su parte, el presidente del Caucus Demócrata de ese órgano del legislativo, Pete Aguilar, y su vicepresidente, Ted Lieu, recordaron que la congresista Marjorie Taylor Green presentó artículos de juicio político contra Biden el día después de haber asumido el cargo (en enero de 2021).
Ambos señalaron en su declaración que ese voto “es la culminación de la agenda de un año de los republicanos extremistas MAGA (Make America Great Again-Hacer grande a Estados Unidos otra vez) para vengarse políticamente a favor de Donald Trump”.
“Es dolorosamente obvio que están tratando de dañar políticamente al presidente Biden para ayudar al presidente Trump a ser reelegido”, enfatizaron.
Hunter Biden hizo una fuerte defensa de su padre la mañana del miércoles desde las áreas del complejo del Capitolio, horas antes de la votación.
«No hay pruebas que respalden las acusaciones de que mi padre estuvo involucrado financieramente en mi negocio, porque eso no sucedió», recalcó.
Mientras Jamie Raskin, miembro de alto rango del Comité de Supervisión de la Cámara Baja, dejó claro que toda la evidencia demuestra, más allá de cualquier duda razonable, «que el presidente Joe Biden no es culpable de ningún delito impugnable que podamos determinar».
Para algunos observadores, el intento de impeachment contra el presidente podría resultar una distracción peligrosa para los republicanos en medio del ciclo electoral, pero también un arma mediática contra el actual ocupante del Despacho Oval.
Biden solo sería destituido de su cargo -en caso de que encuentren pruebas y transite el proceso por la Cámara de Representantes- si, al llegar al Senado, dos terceras partes votaran a favor, un escenario impensable porque allí tienen mayoría los demócratas.
De cualquier manera, esta película apenas comienza a rodarse. Alerta, podría tener lenguaje para adultos.