Magalis Rodríguez Hernández asegura que el libro es su mejor y más leal compañero de vida.
Creció en una familia de lectores que avivaron en ella el interés por la lectura y una vez que entró en la magia de la literatura supo que esa era su pasión.
Por eso no es fortuito el hecho de que decidiera dedicar su vida laboral a la bibliotecología y se convirtiera en bibliotecaria de profesión y corazón.
“Es tan apasionante y rica la vida en una biblioteca donde puedes viajar, conocer, enriquecer el espíritu y lo más importante poder contribuir al bienestar y la cultura de los demás “, reconoce Magalis.
Hace algunos años Magalys hizo realidad su sueño y llegó a trabajar a la Biblioteca Pública Catalina Rodríguez de Morales, en Madruga, luego de transitar por otras instituciones de ese tipo en el propio municipio.
Está posibilidad le abrió el diapasón en el ámbito profesional y es una oportunidad constante de superación y crecimiento.
“La biblioteca facilita muchos servicios dentro y fuera del centro de préstamos de libros, asesoramiento especializado, búsqueda de información y además desarrolla múltiples actividades con los diferentes públicos y esa labor es muy reconfortante”, aseguró.
Es muy reconocida en Madruga la labor de extensión de los servicios en la Biblioteca Pública, Catalina Rodríguez de Morales, acercar el libro a la comunidad es una forma de llevar conocimiento y bienestar a la familia.
“Vamos al Hogar Materno, al Hogar de Ancianos, la Casa de Abuelos, el comedor del Sistema de Atención a la Familia, el Centro Penitenciarios El Roble. También visitamos las comunidades y asentamientos rurales y siempre nos reciben con tanto amor que eso nos llena de gozo y nos alienta”.
Magalis Rodríguez Hernández, la bibliotecaria de Madruga, habla con tanta pasión y entusiasmo del trabajo que es fácil comprender su amor por lo que hace.
Los bibliotecarios son mucho más que facilitadores de libros, son profesionales de elevado conocimiento y compromiso que nos ayudan a crecer desde la lectura convencidos de que como dijera José Martí, los libros calman, consuelan y enriquecen. (IVP)