El 27 de octubre de 2025, un grupo de jóvenes recién llegados a Cuba, se reunieron en la sede de la Filial de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) de Mayabeque, en San José de las Lajas, para participar en el I Taller Internacional de Apicultura que se desarrolló, a partir de esa fecha y durante cinco días, en diferentes escenarios de la provincia bajo el eslogan: “Capacitar y producir de manera segura.”
Las delegaciones provenían de Francia, México, Colombia, El Salvador y Cuba, este último, el país anfitrión de un evento que se realizó de manera presencial por primera vez, gracias al concurso de la asociación Socorro Popular Francés (SPF), una organización que cumplirá en noviembre 80 años de creada y cuya historia está repleta de acciones de solidaridad en las naciones y sectores sociales más vulnerables del planeta.
El grupo estaba conformado por jóvenes, en su mayoría, aunque también participaron dos niñas cubanas y una colombiana. A todos los inspiraba el proyecto: Cooperar diferente en actores de cambio, que tiene escenarios en sus respectivos países. Venían dispuestos a conocer mejor la tradición apícola de Cuba y a ampliar sus horizontes respecto al mundo de las abejas, por lo que ello representa, no solo para sus propias economías familiares, sino también para la madre tierra y las nuevas generaciones, encargadas de sostener una de las actividades más noble, limpia y necesaria desarrollada por la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Enseñando y aprendiendo
La idea, concebida por ACPA en Mayabeque y el SPF, cuya alianza se remonta a 32 años atrás, fue abrazada igualmente por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (ACTAF), de modo que se creó, más allá de un ambiente académico, el espacio familiar ideal en el que todos tenían algo que enseñar y algo que aprender. Se encargaron de garantizar ese clima de bienestar y hermandad, el presidente y la vicepresidenta de la Filial mayabequense de ACPA, Nelson González González y Misleidys Rodríguez Pedroso.
Causaron gran admiración las disertaciones de los prestigiosos doctores en Ciencias Veterinarias de la Universidad Agraria de La Habana Fructuoso Rodríguez Pérez (UNAH), Jorge Demedio Lorenzo, Jorge Luis Sanabria Cruz y Anayelis Marrero Hernández, quienes, a su vez, forman parte del grupo de expertos de la Filial del ACPA en esta provincia.
La agenda, en la parte docente, comprendió diversos temas de interés, entre ellos, lograr producciones de una miel más sana y en condiciones de sostenibilidad. Mucho se habló de la abeja Apis mellifera y lo concerniente a la reproducción, razas, ecotipos, así como de la colonia y los ambientes, (apiario, colmena y celda), en que esta especie se desarrolla.
También se debatió sobre las maneras de obtener mayores volúmenes de miel por medio del crecimiento vertical y la renovación de panales y reinas. Especial relevancia le concedieron los profesores de nuestra universidad al Programa de Mejoramiento Genético de Cuba y los resultados del mismo, algo reconocido a nivel mundial.
Por su parte, algunos alumnos, como la francesa Elodie Duca, dueña de la Empresa apícola Les Abeilles Duelo, expuso sus experiencias, en tanto otros detallaron las acciones que despliegan en sus comunidades a favor de la seguridad alimentaria, la formación de una cultura ambiental, el desarrollo del sector agropecuario y el empoderamiento de las mujeres. Además, mostraron materiales audiovisuales que ilustran las maneras en que han logrado intervenir en la educación de los niños y jóvenes para fomentar la protección de la naturaleza, el reciclaje y la gestión de los recursos no renovables.
Las niñas cubanas que expusieron sus experiencias ecológicas, procedían de la provincia de Camagüey y resultaron ganadoras este año del concurso nacional, Conciencia verde, que promueve desde 2011 la filial de la ACTAF agramontina.
Conociendo Mayabeque
Este taller, tal y como lo concibieron sus organizadores, incluyó la visita a espacios naturales y enclaves productivos de Mayabeque. Visitaron y admiraron las bellezas del Parque Escaleras de Jaruco, enclavado en el Paisaje Natural Protegido del mismo nombre y donde habitan las abejas y diversas especies endémicas de la flora y la fauna. Llegaron hasta la Finca agroecológica Atalaya 1, en el municipio de San Nicolás, donde vive Yadier Quiñones Izquierdo, quien emprendió en la apicultura el pasado año y, paralelamente, cultiva plantas ornamentales y estudia la carrera de Agronomía en la UNAH. Este joven de 22 años de edad, es uno de los cinco integrantes del proyecto, “Apoyo al relevo generacional en el sector apícola de la provincia de Mayabeque.”
Allí molieron y bebieron café cultivado en esos predios, vieron las colmenas de Yadier y degustaron el polen y la miel de las abejas que ya habitan en ese lugar. Tuvieron la oportunidad de llegar hasta la UEB Apícola de Mayabeque, donde conocieron a través de su director, Héctor David Ribero, de la estructura y funcionamiento de la entidad. Apreciaron el huerto tecnificado que crean los trabajadores, gracias al aporte de algunos útiles y herramientas donados por el Socorro Popular Francés y donde echarán raíces plantas melíferas de diferentes especies.
También conocieron a algunos niños vinculados a los círculos de interés de apicultura, quienes expusieron uno de sus trabajos. La presidenta de la Sociedad Cubana de Apicultores (Cubapi) en la Filial del ACPA en Mayabeque, Lérida Balado Amaro, apuntó que en la provincia 85 niños de las enseñanzas primaria y secundaria de los municipios de Güines, San Nicolás, Jaruco y San José de las Lajas, se involucran en la crianza y el cuidado de las abejas a través de los círculos de interés.
Después, visitaron la tienda La colmena, ubicada en el centro urbano del municipio de Melena del Sur, gestionada por la UEB Apícola y donde se comercializa la miel y una gama de productos obtenidos de la actividad apícola, entre ellos, vinos y suplementos nutricionales y medicinales, que se fabrican de manera artesanal en la propia localidad.
La despedida
Luego de cinco días de lecciones, intercambios y confraternización, el grupo se fundió y daba la impresión de que se conocían entre ellos desde siempre. En esa hermandad tuvo mucho que ver la calidez de los cubanos, muy necesaria para dejar un buen sabor en todos los participantes, especialmente en los de El Salvador, quienes colaboran con el desarrollo de sus comunidades a través del proyecto La canasta campesina, sobreponiéndose así a los conflictos armados que han marcado sus vidas. De similar contexto, provenían el joven y la niña de Colombia, el primero, desmovilizado de las FARC-EP y la segunda, hija de un exguerrillero de esa misma organización insurgente. Ambos se encuentran vinculados al proyecto, ATEXPAZ, que busca reinsertar a los desmovilizados de la guerrilla en actividades de seguridad y soberanía alimentaria, explicó la presidenta Nacional de ACPA, Dra. Sc. Lissette Fernández Páramo.
Para la despedida, Nelson, Misleidys y algunas productoras de conejos y carneros de Mayabeque, afiliadas al ACPA, prepararon una actividad con corridos mexicanos, música de reparto, de moda en Cuba y algunos platos que distinguen la culinaria de esta isla que los acogió con cariño.
Todos bailaron, intercambiaron números telefónicos, abrazos, sonrisas y un cariño tan luminoso como aquella última tarde en Mayabeque.
Este taller de apicultura se inscribió así como otro capítulo de la solidaridad que fecundan el ACPA, la ACTAF, la asociación Socorro Popular Francés y aquellos amigos del mundo que siempre encuentran un motivo para venir a Cuba.
Es que en esta isla bloqueada siguen naciendo puentes y panales por donde anda libre y dulce, como la miel de la melipona, la solidaridad. (rda)

















