Mayabeque, Cuba: En los ojos iluminados y serenos de Robert Fernández Santos, resulta imposible adivinar los severos golpes que marcaron sorpresivamente su vida en la más oscura de las etapas de sus escasos 27 años.

La Covid 19, desconocida epidemia aparecida en un lejano punto del planeta, atravesaba mares, continentes y se ensañaba sorpresivamente con su familia en Melena del Sur, modesto territorio del sur de Mayabeque.

Para vencer tanta adversidad el viejo adagio de que En la unión está la fuerza se hizo realidad, a esto se sumó un sistema de salud, único en el mundo, el que le devolvió la tranquilidad y la felicidad al seno familiar.

Cuando las nubes oscuras parecían haber desaparecido, la detección de un caso, con fuente de infección en el extranjero, una profesora de la Escuela Secundaria Urbana (ESBU) Frank País García, centro del cual Robert es director, revivió la pesadilla, pero de nuevo la unidad de los estudiantes y de los factores de la comunidad, esta vez, en torno a la institución educativa fue determinante.

Aunque la luz brille en los ojos del joven Robert Fernández Santos, le sonría a amigos, alumnos y docentes, el mal sueño será para él una huella indeleble en su memoria y una experiencia de la cual ha sacado importantes lecciones, para él y para los demás víctimas potenciales de la mayor pandemia que ha conocido la humanidad. (BSH)

Olga Lidia Gómez Ramos

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