“Con la convicción de que seguiremos siendo fieles al legado de nuestros mártires y al ejemplo de Fidel y Raúl”, se efectuó el 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). Un Congreso joven, no solo por su edición, sino por la importancia indiscutible dela nueva generación en las diversas tareas encomendadas por la Revolución.
El Congreso contó con un alto por ciento de personas mayores de 55 años de edad, específicamente el 42, por ciento, pero ahí también estaban los predecesores ratificando nuestro carácter socialista, apoyaron cada uno de los procesos a los que fueron convocados.
Si me preguntaran calificar ese aporte yo diría que extraordinario, pues los tiempos son difíciles, no solo por la pandemia del COVID 19, sino también, por las campañas de difamación impulsadas a 90 millas y con la complicidad de individuos sin moral, vendidos al mejor postor.
El ser humano que se respeta, no humilla a la patria que lo vio nacer, y así han actuado nuestros jóvenes, con carácter, muchas veces desde el anonimato, pero presentes, a la hora de transmitir ideas, en el proceso innovador de nuestra cultura, en todo.
Como los jóvenes que participaron en la proeza de Playa Girón hace 60 años, hoy se levanta una nueva generación vigorosa, y sobre todo, consciente de su rol en esta Revolución y en consonancia con su tiempo.
Como dijera nuestro líder eterno en el discurso pronunciado en el acto con motivo a la primera graduación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, en el teatro Karl Marx, el 20 de agosto de 2005: “Si los jóvenes fallan, todo fallará. Es mi más profunda convicción que la juventud cubana luchará por impedirlo. Creo en ustedes”. (adm)
