El mundo vive hoy una de las situaciones más difíciles a las que se ha enfrentado. Cada día los reportes de los sistemas de salud internacionales alarman al ver la cantidad de personas contagiadas con el nuevo coronavirus SARS-2, que provoca la COVID 19, también conocida como neumonía de Wuhan.
Naciones como China, donde comenzó el virus o Italia tienen que lamentar hoy miles de infectados y fallecidos por la pandemia que también ha llegado a otros países del planeta demostrando que de nada valen las riquezas o el poderío militar.
Sin embargo, en medio de esta situación difícil, Cuba ha demostrado una vez más que en tiempos como estos el bien más preciado es la solidaridad, la ayuda desinteresada a quienes nos necesitan, a quienes requieren de una mano amiga.
Eso lo dejamos claro al recibir a los cruceristas del MS Bremer, a los que acogimos en suelo patrio, cuando otros le negaron el auxilio y al enviar a nuestros médicos a la región de Lombardía, una de las más afectadas por la pandemia.
Ahora nos toca cuidarnos y cuidar a los nuestros, observar con detenimiento cada una de las medidas puestas en práctica por el Ministerio de Salud Pública y cumplirlas al pie de la letra, es lo único que posibilitará que mantengamos la salud, que alejemos definitivamente al coronavirus de nuestras vidas.
Pero también se hace necesario ayudar a nuestros vecinos, a quienes en el barrio necesitan de nuestra ayuda, se trata en mi opinión, de llevar la solidaridad hasta su expresión, en apariencia, más sencilla que es esa que marca nuestro actuar con quienes nos rodean.
Estos son tiempos de unirse, de apoyarse de olvidarnos del egoísmo que lastra nuestro actuar y de entender que solo unidos podremos vencer al coronavirus. (BSH)