En agosto de 1945 la Alemania nazi ya había sido derrotada, pero Estados Unidos (EE.UU.) necesitaba mandar un mensaje de supremacía al mundo, y así lo hizo, según publica Cubadebate.

Fue Harry Truman, presidente norteamericano, el encargado de dar la orden de utilizar armas de destrucción masiva contra Hiroshima y Nagasaki, llevando así a cabo un proyecto anhelado durante varios años por los Gobiernos de EE.UU. y Gran Bretaña.

En 1940, antes del ataque japonés a Pearl Harbor, la investigación científica para la guerra unió a EE.UU. y Gran Bretaña, y muchos de sus logros militares provienen de esa alianza, ya que al amparo de la misma se inició la investigación para desarrollar la bomba atómica.

Por cuanto que en ese momento Gran Bretaña estaba expuesta a ataques aéreos constantes y estaba amenazada por una posible invasión nazi, el primer ministro Churchill y el presidente Roosevelt acordaron que era prudente llevar a cabo el proyecto nuclear en EE.UU.

La inteligencia soviética sabía que desde 1939 los científicos de Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países habían comenzado a tratar de cerca el problema de la fisión del núcleo atómico y trataban de obtener una nueva fuente de energía atómica.

Los informes sobre la intensificación del desarrollo de una nueva temible arma fue transmitida a la URSS en septiembre de 1941 por un miembro del famoso grupo de agentes prosoviéticos Cambridge Five, John Cairncross, quien logró obtener un informe secreto para el primer ministro británico Winston Churchill sobre los planes de crear armas atómicas de destrucción masiva, junto con EE.UU. (LHS)

Por Redacción digital

Equipo de redactores del sitio web de Radio Mayabeque

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *