- Controlar la información que reciben
El primer paso es darse cuenta de que los niños no procesan la información de la misma forma que los adultos. Por eso es necesario protegerlos de aquella información que puedan no entender o malinterpretar.
- Comunicarnos con ellos
También es imprescindible crear un espacio donde se pueda hablar y se puedan expresar emociones desagradables como la tristeza, el enfado y el miedo. Las emociones desagradables son respuestas adaptativas que no se pueden rechazar.
- Crear rutinas flexibles
Además de para mantener la salud de los adultos, para los niños es importante que en cada casa haya un horario establecido. Aumentar el tiempo que se pasa en familia es una de las pocas cosas buenas que ofrece esta situación y es importante aprovecharlo.
- Establecer normas entre todos
Algo imprescindible para estos días de confinamiento es acordar cuáles son las normas que se siguen en casa.
- Fomentar su autonomía
Aunque se preparen para ellos actividades de ocio, cuentos, manualidades, puzzles, pasatiempos o juegos de mesa en familia, también es importante contemplar en las rutinas actividades de autonomía como: vestirse, colaborar en casa, tender o realizar pequeñas funciones en el hogar.