La llama de la libertad se aviva cada 10 de octubre en Cuba, desde aquel día de 1968 en qué Carlos Manuel de Céspedes dio el grito de independencia.
Así inicio el camino difícil y heroico de la Revolución que hasta hoy desandamos los cubanos movidos por fuertes sentimientos de patriotismo y valor.
La trascendencia del histórico hecho de La Demajagua, se patentiza 152 años después en la firme decisión de todo un pueblo de tener patria libre o morir.
El padre de la patria llamó a luchar por la independencia de Cuba y a la causa de la libertad se sumaron los cubanos con pasión de vehementes revolucionarios.
La realización de esos sueños libertarios comenzó casi 100 años después, con el triunfo de la justicia social y el derecho de vivir con dignidad.
El primero de enero de 1959 los ideales de Céspedes y de todos los patriotas que lucharon por la libertad, se materializaban con el inicio de la construcción de una patria soberana en la que todos sus hijos serían protagonistas y verdaderos dueños de su destino.
El camino ha sido complejo y lleno de obstáculos, impuestos por el imperio en su fallido interés por destruirnos y arrebatarnos la libertad, pero siempre se impone la voluntad de luchar y vencer de nuestro pueblo.
A 152 años del inicio de las guerras libertarias, la llama que encendiera Carlos Manuel de Céspedes sigue alumbrando el camino de los cubanos. Como dijera Félix Pita Rodríguez si olvidamos el pasado corremos el riesgo de dejar indefenso el futuro. (IVP)