“Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”.
Esta premisa de José Martí guió a Fidel Castro, quien dedicó gran parte de su obra al bienestar de la infancia en el país.
Los niños de la escuela primaria Raúl Hernández, de Jaruco, hablan sobre que representa el Comandante en Jefe para ellos.
Para Fidel, líder de tantas generaciones de cubanos, los niños son el principio fundamental en la continuidad de la Revolución.
En 1959 los cuarteles militares se convirtieron en escuelas, se crearon las aulas rurales. Miles de maestros marcharon a los sitios más recónditos para alfabetizar y el país comenzó a poblarse de círculos infantiles, colegios, secundarias y preuniversitarios.
Fidel dedicó su vida a pensar en los niños, con ellos conversó en muchas ocasiones y colocó en sus manos el compromiso de estudiar y aprender para servirle a la Patria. (BSH)