La higienización de las principales ciudades y poblados recibe particular importancia en las actuales condiciones en que el país pone en práctica su plan nacional para la prevención y el control del nuevo coronavirus.
Trabajar sistemáticamente para evitar la aglomeración de desechos sólidos, no solamente en las principales avenidas y calles, sino también en las vías menos transitadas, es también un deber de las familias en la comunidad.
Es importante mantener la limpieza ahora más que nunca, e incluso mejorarla cada día más. Los ciudadanos conocen la importancia de mantener la higiene en los barrios y comunidades, pero para muchas personas, los hábitos de limpieza y cuidado del entorno no son una prioridad en su día a día.
Los buenos hábitos de higiene y las costumbres positivas tienen la mejor escuela en el hogar. La exigencia que imponga la familia, junto al cumplimiento de los deberes institucionales son las pautas claves para mantener la higiene y evitar contribuir con la suciedad.
Recordemos que no es más limpio el que limpia, sino el que menos ensucia, por lo que exhortamos a todos los ciudadanos cubanos a adoptar medidas más eficientes en aras de mejorar la higiene comunal. (LHS)