Panamá: A la jovencita Sthefanie le conmovió ver hoy a un grupo de cubanos por las calles de su Panamá, quienes exigieron el fin del bloqueo del gobierno de Estados Unidos a Cuba, publica la Agencia Informativa Latinoamericana (PL).
‘Me emocionó verlos reclamando y gritando Viva Cuba con alegría’, dijo a Prensa Latina al evaluar su impresión por la fila de más de medio centenar de vehículos como parte de la caravana mundial a favor del cese inmediato ‘del genocidio’ contra la familia cubana.
Celular en mano, Sthefanie quiso guardar constancia gráfica de una protesta inusual en su entorno y desde una céntrica calle capitalina, por donde cruzó el bullicioso grupo, los siguió hasta el parque Belisario Porras, el destino final de la ruta automovilística organizada por la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá (Amcrp).
En el emblemático lugar de reunión, frente a la mirada del apóstol José Martí, justo en la calle Cuba, una improvisada fiesta dominguera mostró a la jovencita panameña cómo el pueblo de ese país caribeño no se deja arrebatar la sonrisa y advierte al enemigo: ‘oye, con Cuba no te metas’, al ritmo de conga.
Allí se reunieron familias cubanas con adultos, jóvenes y niños, expresión de los hogares que en la nación antillana sufren directamente las consecuencias de las privaciones ocasionadas desde el vecino país.
Y hasta el parque Belisario Porras también llegó el apoyo moral del matrimonio del chileno Arnoldo, víctima de la dictadura de Augusto Pinochet y su esposa Fela, hija del decano de los comunistas latinoamericanos y caribeños, el panameño Rubén Darío Sousa.
La veterana Roxana, una cubana que hace estancia temporal en esta nación, confesó a Prensa Latina que jamás hubiese imaginado este tipo de manifestación en medio de Panamá, tan lejos de su isla; ‘eso me llenó’, dijo con el patriotismo a flor de labios y brillo en sus ojos.
Humberto Pérez, uno de los organizadores de la caravana, dejó a un lado la euforia por el éxito de la convocatoria y razonó con Prensa Latina sobre la presión que representa este clamor mundial por la eliminación del bloqueo a Cuba, que ideologías aparte, reúne a los hombres de bien, cubanos o no, sensibilizados contra las acciones de odio.
Acá se habló este domingo en el lenguaje inspirado en la campaña Puentes de amor, sin altisonancias, con Cuba en el ‘corazón y en la mente’ -como expresó otro de los presentes- porque al decir de Abdala, personaje del poema de José Martí:
‘…el amor, madre, a la Patria / no es el amor ridículo a la tierra / ni a la yerba que pisan nuestras plantas / es el odio invencible a quien la oprime / es el rencor eterno a quien la ataca’.(adm)