El 8 de enero de 1959 La Caravana de la libertad, que anunciaba el fin de la tiranía de Fulgencio Batista y el triunfo de la Revolución Cubana, llegó a Madruga.

Ese día cambió para siempre la historia del pueblo y comenzó el camino hacia la construcción de un futuro mejor. La obra de la Revolución en Madruga es innegable como en toda la nación antillana, la libertad trajo consigo justicia social, oportunidades y la posibilidad de que hombres y mujeres juntos labraran su propio destino.

Sólo por cuánto se ha hecho aquí en materia de educación y salud habría valido la pena la lucha por la soberanía. Madruga cuenta con una red de instituciones educativas de 24 centros a los que acuden miles de niños, jóvenes y adultos en cada curso escolar, de forma gratuita, una utopía antes del 59.

En el caso de la salud pública, también gratuita, existen en el territorio 2  policlínicos integrales, igual número de salas de rehabilitación física, un balneario de aguas minero-medicinales, 29 consultorios médicos y 2 clínicas estomatológicas.

En todos laboran profesionales de alto nivel científico y profundo humanismo que es la esencia de nuestro sistema de salud del que se benefician los cubanos y millones de seres humanos de otras partes del mundo.

El fondo habitacional creció considerablemente, mientras más del 98 por ciento de la población dispone de los servicios de electricidad.

En el ámbito de la cultura puede hablarse de una de las hazañas de la Revolución, en este municipio alejado a más de 60 kilómetros de la capital del país, existen nueve instituciones entre casas de cultura, galerías de arte, museos, salas de video y cines. La masificación de la cultura es un hecho en Madruga y una de las fortalezas para defender está obra de justicia social que es la Revolución.

Igual sucede en el deporte donde los resultados competitivos avalan la práctica masiva de ejercicios físicos y la formación de talentos deportivos.

Las conquistas de la Revolución son la mayor prueba de su esencia humanista y justa y de que Cuba está del lado correcto de la historia. Ahí radica el orgullo de ser cubano y Madruga como parte de este archipiélago honra ese privilegio y se levanta como un bastión indestructible en defensa de la patria.

Mucho puede escribirse de lo que ha significado la Revolución para este pueblo y todos esos logros pese al bloqueo económico, financiero y comercial que por más de 60 años Estados Unidos mantiene contra Cuba. Mucho más pudiéramos haber avanzado sin ese cerco criminal, que el mundo entero rechaza y que tendrá que cesar.

Cuba jamás se rendirá ni se pondrá de rodillas ante nadie, porque en cada uno de sus pueblos, como en Madruga, la consigna de Patria o muerte, es ante todo una decisión irrenunciable. (IVP)

Maria Amalia Pérez

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